La esperanza de vida en el mundo ha aumentado una media de 6,2 años desde 1990 hasta 2013

La esperanza de vida en todo el mundo ha aumentado una media de 6,2 años desde 1990 hasta el 2013, según un amplio estudio que ha publicado recientemente la revista británica The Lancet.

La edad media de muerte en todo el mundo para ambos sexos era de 71,5 años en 2013, comparado con 65,3 años en 1990; los hombres viven ahora 5,8 años más y las mujeres 6,6 años más, debido en gran medida a la disminución de las tasas de mortalidad por enfermedades infecciosas y cardiovasculares. Si las tendencias observadas en los últimos 23 años (1990-2013) se mantienen, en 2030 la esperanza de vida femenina mundial será 85,3 años y la masculina, 78,1 años.

El estudio, llevado a cabo por un consorcio internacional formado por más de 700 investigadores dirigidos por el Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Washington, es el primero que analiza con datos específicos por país las principales causas de muerte en 188 países.

Tres enfermedades acapararon el mayor número de muertes en 2013
A nivel mundial, tres enfermedades (enfermedad isquémica cardíaca, accidente cerebrovascular, y enfermedad pulmonar obstructiva crónica) se llevaron el mayor número de vidas en 2013, representando casi el 32% de todas las muertes.

Y es que la cardiopatía isquémica y el accidente cardiovascular continúan siendo las primeras causas de muerte en el mundo, mientras que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) ha reemplazado a la neumonía, que en 1990 ocupaba el tercer puesto como causa de mortalidad en el mundo.

En los países más desarrollados del planeta, la tasa de mortalidad por cáncer ha caído un 15 %, mientras que las muertes por enfermedades cardiovasculares han disminuido un 22 %, lo que ha contribuido a incrementar la esperanza de vida.

La disminución de la fertilidad y el cambio demográfico en la población mundial también han contribuido al aumento en la esperanza de vida, según el estudio.

Por su parte, en los países más pobres han caído las muertes por diarrea, infecciones de las vías respiratorias inferiores, como también los problemas en los niños durante sus primeras horas de vida.

Estos datos, tanto en países desarrollados como pobres, ponen de manifiesto que “en la actualidad, la gente tiene menos probabilidades de morir a causa de determinadas afecciones” afirmó el director del IHME, Christopher Murray. Para el investigador, “esta es una tendencia alentadora, dado que las personas viven más tiempo. Solamente debemos asegurarnos de estar tomando las decisiones correctas en el presente en cuanto a las políticas de salud a fin de prepararnos para los problemas médicos y los costes asociados que están surgiendo”, añadió.

Por contra, algunas causas de muerte se han agravado, como los cánceres de hígado causados por la Hepatitis C, que han avanzado un 125 %, el cáncer de páncreas, cuya tasa de mortalidad ha aumentado un 7 % y la diabetes (9 %).

Disparidades entre los grupos de edades y países
El estudio evidencia que persisten las disparidades entre los grupos de edades y países. La brecha de género en las tasas de mortalidad de los adultos entre las edades de 20 y 44 es cada vez mayor, y muestra que el VIH/Sida, la violencia interpersonal, los accidentes en carretera, y la mortalidad materna, son algunas de las principales enfermedades responsables de esta brecha.

En todos los grupos de edad, excepto los de 80 y más años, la mortalidad ha disminuido más entre las mujeres que entre los hombres, y los hombres de 30 a 39 años y de más de 80 mostraron algunas de las caídas más pequeñas en mortalidad.

Entre los niños menores de 5 años, las enfermedades diarreicas, las infecciones del tracto respiratorio inferior, los trastornos neonatales, y la malaria siguen siendo una de las principales causas de muerte.

Al mirar otras causas de muerte, se ve un progreso en las menores tasas de mortalidad, a pesar del creciente número de muertes. Algunos de los mayores aumentos en la mortalidad prematura desde 1990 se vieron en la diabetes, el Sida, la enfermedad cardíaca hipertensiva, la enfermedad renal crónica, y la enfermedad de Alzheimer.  Pero para muchos trastornos, incluidos el cáncer de estómago, el linfoma de Hodgkin, la enfermedad reumática del corazón, la enfermedad de úlcera péptica, la apendicitis, y la esquizofrenia, las tasas de mortalidad han disminuido en más de un tercio desde 1990.

Las tasas de mortalidad de algunos tipos de cáncer también han disminuido (de pulmón en un 9%, de mama en un 18%, y la leucemia en un 20%), y las tasas globales de mortalidad estandarizadas por edad muestran que se han reducido en más de un quinto para la enfermedad isquémica del corazón y el derrame cerebral.

Sida, causa de muerte prematura en más de 12 países del África subsahariana
Los trastornos mentales tuvieron un impacto negativo en varias regiones, especialmente en América del Norte, mientras que en Europa del Este y Asia Central la cirrosis afectó asimismo a la expectativa de vida. La diabetes, otros trastornos endocrinos y la enfermedad renal crónica disminuyeron la expectativa de vida en muchas regiones, incluida América Latina central.

El Sida fue una de las principales causas de muerte en el sur del África subsahariana y en menor medida en el África subsahariana occidental y oriental. “Casi una década después de que el VIH /Sida alcanzara su punto máximo a nivel mundial, esta sigue siendo la causa principal de muerte prematura en más de una docena de países del África subsahariana”, lamenta Andre Kengne, del Consejo de Investigación Médica de Sudáfrica, y co-autor del estudio. “Cada vez menos jóvenes mueren a causa de enfermedades infantiles, y tenemos que hacer más para asegurarnos de que el VIH/Sida no se convierta en una amenaza para las personas de todas las edades”, concluye.
..Emilio Ramirez

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