Un estudio confirma que a menor coeficiente intelectual, más riesgos hay de consumir alcohol y de forma más arriesgada

Aunque muchos son los estudios que han demostrado una asociación entre la inteligencia y diversos resultados relacionados con la salud, la investigación sobre las capacidades cognitivas y los problemas relacionados con el alcohol no ha tenido mucha presencia en la comunidad científica.

Sin embargo un nuevo estudio sobre la asociación entre los resultados de la prueba de coeficiente intelectual (CI) y la bebida, revela que un CI más bajo se asocia claramente con un mayor y más arriesgado consumo de alcohol entre los hombres adultos jóvenes, aunque su bajo rendimiento en el test de CI también puede estar asociado con otras desventajas.

Los resultados previos en esta área han sido inconsistentes”, afirma Sara Sjölund, estudiante de doctorado en el Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia, y una de las autoras de este trabajo, cuyas conclusiones se publicarán en la edición digital de marzo de Alcoholism: Clinical & Experimental Research.

Sjölund y sus colegas analizaron datos recolectados de 49.321 hombres suecos nacidos durante 1949-1951 y que fueron reclutados para el servicio militar de Suecia entre 1969 y 1971. Los resultados del CI estaban disponibles de los ensayos realizados en el servicio militar obligatorio, y cuestionarios también del momento del reclutamiento ofrecieron datos sobre el consumo total de alcohol (gramos de alcohol/semana) y el patrón de consumo de alcohol, así como los problemas médicos durante la infancia y en la adolescencia y el consumo de tabaco.

Para ajustar aún más el estudio, se emplearon los siguientes criterios: posición socioeconómica cuando era niño, síntomas psiquiátricos y estabilidad emocional, y los hábitos de consumo de alcohol del padre.

Los datos mostraron que los resultados más bajos obtenidos en las pruebas de CI en varones adolescentes estaban asociados con un mayor consumo de alcohol, medido tanto en términos de consumo total como por el consumo excesivo de alcohol. Según Sjölund, “es posible que un mayor CI lleve a estilos de vida más saludables”, aunque añade que “la asociación de CI y los diferentes resultados de salud podría deberse a problemas de la infancia, que podrían influir tanto en el cociente intelectual como en la salud, o que una posición socioeconómica en la edad adulta medie en esa relación”.

Creo que una inteligencia superior puede dar un poco de ventaja en relación con el estilo de vida. Sin embargo, pienso que es muy importante recordar que las diferencias de inteligencia ya existentes en la infancia y la adolescencia pueden poner a las personas en situación de ventaja o desventaja y generar diferencias posteriores en experiencias y la acumulación de las experiencias durante muchos años”, matiza este experto, quien subraya que los sentimientos de insuficiencia y frustración en los individuos de menor CI pueden empujar a tomar “malas decisiones”.
..Emilio Ramirez

Opinión

Multimedia

Economía

Accede a iSanidad

Síguenos en