Una de cal y otra de arena, y es que las noticias que últimamente está generando el Sistema Nacional de Salud Británico (National Health Service-NHS), no da lugar a otra expresión para definirlo. Recientemente la revista British Journal of General Practice se hacía eco de un estudio realizado por la ONG británica Cancer UK, en el que se aportaban una serie de datos que hacían referencia a como la mitad de las personas mayores de la nación británica no acudía al médico “por no molestar y malgastar los preciados recursos del Sistema Nacional de Salud Británico”. Unos motivos “bondadosos” que estaba haciendo que miles de persona mayores de 50 años pusieran en riesgo su salud al ignorar los primeros síntomas de cáncer y por ende no acudir al médico para recibir un diagnóstico y tratamiento.
Pues bien, ahora, ocurre todo lo contrario, y es que miles de británicos de mediana edad y sanos, ante el temor de padecer demencia senil, están saturando el sistema sanitario de Reino Unido. Como informa The Times, esta situación de colapso está siendo advertida por los médicos del país, ya que aseguran que el número de personas que a pesar de estar sanas, acuden a los especialistas para someterse a pruebas de demencia senil, en los últimos cuatros años se ha cuadriplicado.
Según los expertos, cada vez son más la personas que están acudiendo al médico después de tener despistes en su vida diaria como olvidarse de dónde están las llaves o si han dejado alguna luz de casa encendida, hasta el extremo de que la demencia ya es el temor más grande de los británicos, reemplazando al cáncer.
Las consecuencias de esta excesiva, y en principio una infundada preocupación de los ciudadanos, está originando serios estragos en el servicio de salud con tiempos de espera de hasta seis meses y un peor tratamiento para los pacientes que están siendo tratados.
..Emilio Ramirez
