A Elizabeth Dawes, una enfermera británica de 39 años, en julio de 2013 se le diagnosticó erróneamente grado tres de cáncer de mama invasivo después de una biopsia. Los médicos aconsejaron a la paciente que necesitaba una cirugía inmediata, lo que suponía una doble mastectomía. Después de someterse a la intervención, le comentaron que había sido diagnosticada por error.
Cuatro días más tarde de la operación, citaron Elizabeth para comentarle que había sido operada erróneamente y que no sufría cáncer. Todo había sido una equivocación de los resultados, que se habían mezclado con los de otras dos pacientes.
Esta noticia ha causado revuelo en el Reino Unido, y es que pone en entredicho la capacidad de control y gestión del Sistema Nacional de Salud Británico (National Health Service-NHS) al tener esta equivocación que ha hecho que la vida de un paciente haya estado en peligro sin necesidad ninguna.
“Estoy absolutamente horrorizada y todavía estoy luchando para comprender cómo ha podido ocurrir”, explica Elizabeth al Daily mail que, aún no se ha recuperado, y piensa emprender medidas legales en el asunto. “Todavía estoy con dolor, he perdido mucha sensibilidad en mis pechos y la cicatrización no ha mejorado, lo que afecta enormemente en la confianza en mí misma. Nada puede compensar lo que ha sucedido, pero estoy decidida a que se haga justicia y siento que al menos merezco una disculpa oficial”, afirma.
Las consecuencias de tal tremendo error para esta enfermera de 39 años es que el trauma en el que está sumida le ha hecho renunciar a su trabajo en el Hospital New Cross en Reino Unido. Además explica como su médico le ha dicho que “iba a necesitar un elevador de mama bilateral para mejorar estéticamente la forma de mis pechos, de lo contrario, después de tener la cicatriz de la operación me quedaría deforme”.
