Tener una mascota puede disminuir el riesgo de enfermedades cardiacas, colesterol alto, estrés y depresión

Los animales son amigos tan agradables, no te hacen preguntas, ni te critican”, y es que esa frase dicha por George Elliot, pseudónimo de la escritora británica Mary Anne Evans del siglo XIX, se le podría añadir que además de todo eso pueden ser la mejor medicina. Según investigaciones realizadas por Royal Canin y la entidad The Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child Health and Human Development en Estados Unidos, tener una mascota disminuye el riesgo de enfermedades cardiacas, presión sanguínea, colesterol alto, la progresión de la hipertensión, el estrés y la depresión.

Los resultados obtenidos por este grupo de expertos para nada deben frivolizarse, ya han sido también corroborados por la Asociación Americana del Corazón, quien ha publicado una declaración científica que apoya el papel que las mascotas pueden desempeñar en la disminución del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Los datos son reveladores, y es que el 28% de los pacientes con mascotas sobrevive a graves ataques cardiacos, comparado con solo el 6% de los que sobreviven, pero que no tienen ningún animal de compañía. Un estudio de la Asociación Americana del Corazón demostró que los dueños de perros tienen menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. El simple hecho de acariciar un perro tiene un efecto relajante que reduce la frecuencia cardiaca. Otro estudio de la State University de Nueva York sobre 240 parejas casadas con y sin mascotas constató que la presión arterial era notablemente más baja en las parejas con animales.

Hasta ahora hemos hablado de beneficios para la salud cardíaca que los animales de compañía nos aportan, pero también a la salud general, y es que se ha demostrado que las personas que los tienen, con menor frecuencia acuden al médico y utilizan menos medicación. Del mismo modo hay una relación directa entre cuanto más larga sea la duración de la tenencia del animal, es decir, los beneficios se incrementan cuanto más viva el animal, en pocas palabras, más sanos estarán sus dueños.

Los niños, grandes beneficiados de tener una mascota en casa
Utilizando los datos recogidos en el ‘Estudio Avon de padres e hijos’ (ALSPAC), realizado en el Reino Unido en 1990, los investigadores encontraron que las embarazadas que tenían perros eran un 50% más propensas a cumplir las tres horas recomendadas de actividad por semana.

Del mismo modo, se ha demostrado que las personas que conviven con mascotas tienen respuestas fisiológicas más saludables al estrés, incluida una menor frecuencia cardiaca basal, una menor presión arterial, menos reactividad cardiovascular y una mayor recuperación al estrés leve. Por si fuera poco reduce también reduce el riesgo de depresión, ya que se ha demostrado a través de técnicas meta analíticas, que la participación en actividades y terapias asistidas por animales puede producir una mejora significativa en la depresión, especialmente entre la población de tercera edad.

Ya lo dijo Henry Ward Beecher, clérigo, abolicionista y famoso e influyente orador estadounidense del siglo XIX, “el perro fue creado especialmente para los niños. Es el Dios de lo Alegre”. Precisamente los niños son otros de los colectivos que más beneficio pueden sacar por la compañía de mascotas. Un estudio con niños con trastorno por déficit de atención por hiperactividad (TDAH) mostró que se producían mejorías significativamente mayores en el control inhibitorio y en la atención durante una actividad realizada con perros, comparados con otro grupo de niños que recibió tratamiento sin estos animales.

Además les mejora el peso corporal, ya que tienen menos tendencia al sobrepeso y obesidad, y es que según un estudio de 2010 en el American Journal of Public Health, niños que tenían perros pasaron más tiempo haciendo actividad física moderada o vigorosa que los niños que no tenían.

Los investigadores también han asegurado que tener mascotas en el hogar está vinculado a mejoras en la función inmunitaria de los niños, así como un menor riesgo de padecer linfoma de Hodking.

Y con los adultos igual; según un estudio de 2006 realizado por investigadores canadienses de la Universidad de Victoria, aquellos que tenían perro caminaron un promedio de 300 minutos por semana, en comparación con los que no tenían, que caminaron un promedio de 168 minutos por semana.
..Emilio Ramirez

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