Estos siete hospitales concertados de Cataluña: Granollers, Vic, Sant Celoni, La Seu d’Urgell, Berga, Sant Pere de Ribes, Campdevànol y Blanes, han instalado butacas en las que los acompañantes de los pacientes tienen que pagar cinco euros por noche si quieren dormir en la habitación con la butaca reclinada como si fuera una camilla.
Esta medida ya ha motivado quejas de algunos acompañantes que, en estos hospitales, ven este “nuevo servicio” como discriminatorio para las personas que no pueden pagarlo. En declaraciones a Efe, la directora de Economía y Servicios del Hospital de Granollers, Carme Padullés, reconoce que han recibido hasta un total de 17 quejas de acompañantes por tener que pagar por reclinar la butaca, aunque ha señalado que son más las peticiones para hacer uso de este servicio, subrayando al respecto que el número de quejas por ello es “ínfimo” en comparación con las que recibe por las listas de espera.
La empresa catalana Decam, de Sant Feliu de Guíxols (Girona), que comercializa estas butacas y que también se encarga de su mantenimiento, cobra cinco euros por noche a los usuarios, destacando como al igual que sucede con otras empresas en los servicios de vending o de televisión que, también es de pago, hay abonos, en este caso uno de cinco noches por 20 euros. En el caso de que un acompañante no pueda o no desee pagar por dormir estirado en la butaca, los hospitales les facilitan una normal que no es reclinable.
Pilar Morató, relaciones públicas de Decam, también en declaraciones a Efe afirma no entender las quejas de los usuarios, ya que las antiguas butacas eran mucho más incómodas y viejas y los hospitales han podido renovarlas “sin coste alguno para ellos”.
Morató indica que “hay personas a las que no les importa gastarse 20 euros para ver la televisión pero no cinco para dormir cómodamente”, recalcando el aspecto en el que se encuentra las butacas viejas de algunos hospitales, y es que considera que “están en estado paupérrimo y llenas de hierros”.
El Hospital de Granollers ha instalado ya 96 butacas reclinables de pago
Padullés explica que decidieron instalar estas butacas reclinables que, sólo se pueden reclinar si se introduce una tarjeta previo pago de cinco euros por noche, porque les ha permitido poderlas cambiar por las viejas butacas que, no eran reclinables y sin coste alguno. De momento el Hospital de Granollers ha instalado 96 butacas reclinables de pago en sus 300 habitaciones.
Padullés, contra las críticas, defiende que las butacas son también para el uso totalmente gratuito de los pacientes, y es que las enfermeras llevan una tarjeta-maestra que les permite mover, reclinar o levantar la butaca para que durante el día el paciente que lo necesite pueda estar más cómodo.
“Además, también facilita la labor de los profesionales de enfermería que pueden ayudarse de la butaca, que lleva ruedas, para trasladar a los enfermos o para subirles a la cama ya que la butaca también se eleva automáticamente”, añade la directora económica del Hospital de Granollers.
La relaciones pública de Decam, asegura que sí han vendido butacas de este tipo para hospitales de Estados Unidos, y que venden estas butacas a un precio aproximado de 1.000 euros, aunque ningún hospital catalán las ha comprado y funcionan en régimen de cesión y explotación por parte de la empresa.
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