La empresa española Marsi Bionics presentó recientemente en el campus del Centro de Automática y Robótica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), su nuevo exoesqueleto biónico de marcha. La presentación del proyecto fue realizada por Elena García, investigadora del CSIC y socia fundadora de Marsi-Bionics; Ignacio Barraqué, CEO de Masri Bionics, y el doctor Gustavo Lorenzo, médico neuropediatra del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
Un robot compuesto por 10 motores y una batería de litio recargable acoplado al tronco y a las piernas del niño que no puede andar, y que con él podrá hacerlo, y es que así se puede describir este exoesqueleto que permitirá a niños con problemas de movilidad por afecciones neuromusculares, parálisis cerebral, espina bífida o lesión medular poder caminar y realizar actividades de la vida diaria de manera autónoma. “Existe una necesidad real de fabricar este tipo de robots y trasladarlos a la vida diaria de los pacientes”, explica Elena García, quien agrega que “con este tipo de tecnología mejoraremos mucho la esperanza de vida de los niños afectados”.
Por su parte, Gustavo Lorenzo, médico neuropediatra del Ramón y Cajal indica que el nuevo exoesqueleto biónico ofrece una curación para estos afectados, y es que “en un primer lugar ofrece movilidad a unos músculos que parecían ya inertes”, y con expectativas de “una mayor esperanza de vida en un futuro que ya es real”.
El precio del exoesqueleto es de unos 50.000 euros
Aunque el precio del exoesqueleto, cercano a los 50.000 euros puede resultar “prohibitivo” para la economías de muchas familias, Ignacio Barraqué comenta que “el objetivo de la empresa es que el producto salga al mercado lo más asequible posible para los afectados y sus familias”. Por ello, afirma que desde Masri Bionics “intentaremos diversas formas de financiación y copago para que esta tecnología sea lo más accesible a todos”.
Para seguir adelante han puesto en marcha una campaña de crowdfunding que permita recaudar fondos y atraer financiación. El objetivo es conseguir un capital inicial de 150.000 euros, primer peldaño para reunir el millón necesario para hacerlo realidad y por ende que muchos niños puedan volver a caminar.
El prototipo de exoesqueleto ya ha pasado la prueba de concepto en una niña tetrapléjica de 9 años en abril de 2013. Desde entonces el trabajo de Marsi-Bionics se centra en que el exoesqueleto deje de ser un prototipo de investigación y sea una realidad para los 120.000 niños españoles, 700.000 en Europa y unos 17 millones de niños en el mundo afectados con diversos grados de paraplejia.
Sus creadores afirman que de llegar a fabricarse paliaría la degeneración fisiológica y psicológica que condicionan sobremanera la calidad de vida de los niños afectados de paraplejia.
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