Frank Reyes es un hombre de 87 años de Texas que sufrió graves quemaduras en su mano izquierda cuando cambiaba una llanta de su coche el pasado mes de junio. La gravedad de las lesiones hacía inviable el realizar un injerto de piel.
La solución que el equipo de cirugía del Hospital Metodista de Houston en el que se operó Frank aplicó parece más de ciencia ficción que real, pero como explica la doctora Vijay Gorantla, cirujana y experta en trasplantes plásticos de manos en la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, “el crédito tiene que ir a los cirujanos por haber elegido este método para ayudar al paciente”. Y es que el método no ha sido otro que colocar la mano en un bolsillo de tejido en el estómago de Frank para darle tiempo y formar un nuevo suministro de sangre. “Te da resultados fenomenales, especialmente en este tipo de lesiones, con mínimas complicaciones”, añade la experta.
Frank tuvo que pasar tres semanas con la mano metida quirúrgicamente debajo de un bolsillo de tejido que pendía de su vientre, para poder salvar una mano con quemaduras graves.
Como informa KPRC, el objetivo de esta compleja cirugía era recuperar a toda costa la piel de la mano tras sufrir graves quemaduras cuando cambiaba una llanta. Anthony Echo, cirujano del Hospital Metodista de Houston, explica que la mejor opción con la que contaban era poner la mano debajo de la piel del abdomen de Frank para que el tejido cubriera la parte quemada.
“Es una sensación extraña. Pero debía hacer cualquier cosa para estar bien”, afirmaba Frank en una entrevista mientras su mano todavía estaba pegada a su vientre.
El pasado jueves 3 de septiembre separaron la mano y Frank ya tiene cierta movilidad en la muñeca y los dedos, sin embargo, como indica el cirujano, será necesario varios meses de terapia para que se recupere del todo.
Redacción..
