El uso de móviles en un entorno hospitalario pueden ser focos de infección para los pacientes

Desprenden calor y están en continuo contacto con nuestras manos, y es que no es una adivinanza, sino dos de las características que hacen de los teléfonos móviles, auténticos focos, más que proclives para el desarrollo de bacterias. Estas características, si hay un entorno en el que se potencian sobremanera, es el hospitalario, y es que favorece la transmisión de infecciones que están relacionadas con este hábitat.

Este ha sido el tema principal que en la sexta jornada ‘Hygiene Days’, organizado por Laboratorios Hartmann, ha reunido en Valencia esta semana a los principales expertos en la prevención de infecciones.

En palabras del Gabriel Mestre, consultor especializado en materia de seguridad calidad clínica de los Laboratorios Hartmann, “distintos estudios, como el del Western General Hospital de Edimburgo (Escocia), demostraron que el 96% de los móviles del personal sanitario están contaminados” y, agrega “que el 14% presentan bacterias patogénicas”.

Del mismo modo, otros estudios realizados también en hospitales de Nueva York, Israel, Turquía, Nigeria, La India y Arabia Saudí ponen de manifiesto que un alto porcentaje de los móviles, también estaban contaminados y, de estos, entre un 15-30% eran portadores de gérmenes patógenos hospitalarios.

Estos resultados revelan una realidad que no se debe obviar, y es que los móviles son auténticos “nichos” de bacterias e infecciones, que como señala Mestre, a pesar de su impacto, y por ende riesgo de desarrollarlas, a día de hoy, se “carecen de guías de uso de los móviles y de políticas dirigidas”, tanto, “a la limpieza como a la desifección de los aparatos”.

El especialista considera que esta ausencia de manuales y de políticas encaminadas a la limpieza de los móviles, es debido a que no hay una “cultura de concienciación y sensibilización sobre el riesgo potencial que tienen”.

¿Cómo evitar esas infecciones?
Voces expertas no dudan en afirmar que la solución pasa por una correcta desinfección de manos, pero que en el entorno hospitalario, no debe ser al uso o convencional, es decir, no basta con un simple lavado de manos con jabón.

Por decirlo de alguna manera, habría que hablar de una estrategia en la que para lograr una correcta desinfección de manos, se combinen los productos hidroalcohólicos para lavarlas, y los desifectantes con componente alcohólico para la limpieza de los móviles. Todo ello unido a una quimera, que sería restringir el uso de los móviles en los profesionales sanitarios, pacientes y familiares; algo que Mestre cree que “es posiblemente una utopía decir que no se pueden utilizar los móviles”, pero si considera que “los profesionales no deberían emplearlos en el entorno inmediato del paciente; es decir, cuando se produce la atención sanitaria”.

Los datos que se conocen de la mayoría de los estudios, indican un comportamiento ciertamente preocupante en relación a la desifección de manos, y es que reflejan un cumplimiento subóptimo de la higiene de manos (menos del 40%) por parte de los profesionales sanitarios. También se sabe que la limpieza y desinfección de los móviles en el entorno hospitalario, es “anecdótica”. El dato que muestra el estudio del Western General Hospital de Edimburgo es contundente al respecto, y es que a pesar de que el 70% de los pacientes eran conscientes de que los móviles podrían ser vectores de bacterias, más de la mitad de los usuarios no lo habían limpiado nunca.

¿Cuál sería entonces la solución? El Dr. Mestre aboga porque “los hospitales y centros sanitarios creen guías y difundan consejos sobre la utilización de los móviles”, para así, “concienciar no solamente al personal”, sino “también a los pacientes y acompañantes, de la necesidad de desinfectar manos y móviles”.

Mestre, plantea “políticas de uso restrictivo de los teléfonos móviles” en el entorno sanitario, y especialmente en el momento en el que “el profesional atiende al paciente, ya que es el momento de mayor riesgo”. El verbo restringir puede tener un matiz imperativo, por ello, Mestre afirma que “estas políticas son compatibles con el uso del móvil fuera del entorno inmediato del paciente”, e insiste en esa estrategia combinada de “desinfección de manos y limpieza y desinfección de móviles”.
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