A veces el enemigo lo podemos tener tan cerca que, incluso está entre las cuatro paredes de nuestra casa, y es que según un estudio conjunto del Colegio Real de Médicos y el Colegio Real de Pediatría y Salud Infantil de Reino Unido citado por el Daily Mail, la vida de las personas está en riesgo por la contaminación del aire en el interior de los hogares, una contaminación que, estaría provocada por los ambientadores de aire y velas perfumadas.
Según el estudio, tanto la contaminación del aire exterior e interior del hogar estaría relacionada con la muerte de al menos 40.000 personas al año en Reino Unido. Además alertan, los responsables del estudio, que productos de limpieza del hogar, aerosoles, ambientadores, velas aromáticas o desodorantes, contribuyen sobremanera a la mala calidad del aire interior.
Los ambientadores, aerosoles y otros productos se componen de una serie de químicos volátiles orgánicos, regulados en el interior de los recipientes, pero que en el exterior estarían creando un auténtico cóctel potencialmente peligroso.
El componente químico más destacado es el limoneno que, utilizado frecuentemente para dar un olor cítrico, no supone un gran riesgo para la salud, de hecho tiene efectos terapéuticos en ciertas enfermedades dermatológicas y propiedades antisépticas, sobre todo contra la bacteria del acné. Sin embargo, se convierte en un elemento nocivo cuando se esparce con otros elementos, y es que una vez que se rocía en nuestras casas, no se queda en forma de limoneno por mucho tiempo. Al exponerse al ozono, presente en el aire que nos rodea, cada dos moléculas de limoneno podían producir una molécula de otro compuesto químico, el formaldehído. Desde los años 80 se han establecido vínculos entre el formaldehído y el cáncer, y desde 2011 está clasificado como cancerígeno para los humanos.
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