El riesgo de operaciones realizadas por no especialistas

Cuando un paciente decide someterse a una operación quirúrgica, es obligación del profesional de la salud informar al paciente de los riesgos de la cirugía, alternativas, posibles complicaciones, proceso de recuperación, ayuda psicológica, tratamiento post operatorio y asimismo, para evitar futuras reclamaciones y hacer daño al sector, debería estar en posesión del título de especialista y mostrar al paciente las acreditaciones pertinentes que demuestren su especialidad médica.

En la actualidad son muchas las personas que por falta de recursos económicos suficientes o atendiendo en publicidades engañosas, recurren a diferentes profesionales sanitarios que no tienen la capacidad, ni la especialidad requerida para llevar a cabo una operación quirúrgica y que someten a diferentes intervenciones de manera ambulatoria, sin importarles las condiciones, riesgos y consecuencias a las que pueden verse expuestos.

Un último caso muy sonado es el de la periodista Lorena Beltrán, que decidió someterse a una mamoplastia de reducción. Este caso clínico no se habría hecho público, de no ser por las complicaciones del acto médico realizado. Después de la intervención, la paciente advirtió que se le había abierto la herida en la que cabía la falange de un dedo y de la cual salía un líquido, por lo cual tuvo que ponerse por mucho tiempo toallas higiénicas en los brasieres para no manchar la ropa, según narró la afectada. Asimismo explicó que el facultativo le recetó un medicamento que empeoró la cicatrización, “es traumático tener que maquillarme antes los senos que la cara”, señaló. Sin embargo, mantuvo su confianza en el “especialista” hasta que visitó a uno de los cirujanos más reconocidos de Colombia y este le mostró los errores de la intervención quirúrgica realizada.

Como este caso hay muchos otros iguales o peores en todo el mundo, hasta el punto de los fallecimientos de pacientes por mala praxis se siguen dando, incluso porque el supuesto especialista, simplemente no lo es. Por ello, en España la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) ha expresado en diversas oportunidades, con preocupación, que sólo el 25% de los hospitales públicos y el 70% de los privados tienen en plantilla a cirujanos plásticos, lo que hace que muchas de las sus intervenciones sean realizadas por otros especialistas que, incluso, no están capacitados para realizar este tipo de prácticas y que, en consecuencia, pueden ser susceptibles de recibir posibles demandas por presunta malas praxis.

Por otra parte, la SECPRE asegura que en la sanidad privada, son unos 10.000 médicos los que realizan operaciones de estética, pero sólo 1.200 tienen el título de cirujano plástico estético, una titulación oficial y homologada en la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora que requiere una residencia de cinco años.

La especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, reconocida en todos los países de la Unión Europea, requiere para su ejercicio que cada profesional cuente con su titulación reconocida por el Ministerio de Sanidad y registrada en un Colegio de Médicos. Asimismo, es recomendable que cada profesional de la salud tenga un seguro de acuerdo a sus necesidades, para poder enfrentar eventuales acciones judiciales y proteger su patrimonio y seguridad.
..Diego Armando M.

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