Con motivo del Día Mundial de la Salud que se celebra el 7 de abril, la Organización Mundial de la Salud se centrará en la concienciación y el abordaje de la depresión, y es que bajo el lema ‘Hablemos de la depresión’, el mayor número de personas con este trastorno mental pueda pedir y obtener ayuda.
Este organismo de Naciones Unidas conmemora ese día el aniversario de su fundación y, siempre tiene por tradición aprovechar para poner en marcha una campaña en torno a un tema de salud específico que preocupe a las personas de todo el mundo. El año pasado hay que recordar que se dedicó a la diabetes.
Este año, en concreto se han centrado en la depresión por ser un problema que afecta a personas de todas las edades y condiciones sociales y de todos los países, provocando angustia mental y afectando a la capacidad de las personas para llevar a cabo incluso las tareas cotidianas más simples, lo que tiene, en ocasiones, efectos nefastos tanto las relaciones con la familia y con los amigos, llevando incluso al suicidio cuando el afectado entra en una “espiral” en la que no ve salida.
A tenor de un trabajo publicado en la revista especializada The Lancet Psychiatry, en abril del año pasado, se puso de manifiesto por parte de la OMS que un mayor impulso a la investigación en relación con el tratamiento de la depresión y la ansiedad, podía suponer que por cada dólar invertido en el estudio sobre la terapia de estas enfermedades se producía un retorno de cuatro. Margaret Chan, directora general de la OMS, manifestaba por entonces que el tratamiento de la depresión y la ansiedad “tiene sentido para la salud y el bienestar”.
La depresión se puede tratar y reducir su estigmatización
La OMS recuerda que la depresión se puede prevenir y tratar y una mejor comprensión del problema y de cómo puede prevenirse y tratarse contribuirá a reducir la estigmatización que rodea a la enfermedad y conllevará un aumento del número de personas que piden ayuda.
El objetivo de su campaña ‘Hablemos de la depresión’ es que el público en general esté mejor informado sobre la depresión, sus causas y sus posibles consecuencias, sobre la ayuda de que se dispone para la prevención y el tratamiento de la enfermedad, incluido el suicidio en el peor de los casos, que según la OMS, cada año se suicidan más de 800.000 personas, siendo la segunda causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.
Asimismo, buscan conseguir que las personas con depresión sin tratar pidan ayuda, y que los familiares, los amigos y los colegas de las personas con depresión puedan apoyarlas.
El eje de la campaña es la importancia de hablar de la depresión como componente vital de la curación. “La estigmatización de las enfermedades mentales, incluida la depresión, sigue siendo un obstáculo para que las personas de todo el mundo pidan ayuda”, reconoce este organismo. Por ello, insisten en que hablar de la depresión, bien con un familiar, amigo o profesional médico, ya sea en contextos más amplios como la escuela, el lugar de trabajo y los entornos sociales, o en el ámbito público, a través de los medios de comunicación, blogs o redes sociales, ayuda a eliminar esta estigmatización.
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