Se dice que el agua es la mayor competencia que en el mundo tiene la Coca Cola como bebida, pues bien, ahora, también parece que el agua va a hacer competencia a las bebidas deportivas para para los deportistas jóvenes. Y es que así se se desprende de un estudio realizado en Estados Unidos por especialistas en medicina del deporte.
La Dra. Katie Gloyer, médico de Atención Primaria en el deporte en el Grupo Médico de la Universidad Estatal de Pensilvania, en State College, muestra su conformidad con el estudio, y es que considera que “los niños y los adolescentes en realidad no deben consumir esas bebidas energéticas, ya que el agua es el mejor método de hidratación”.
El estudio, publicado en HealthDay, pone de manifiesto que las bebidas energéticas que, contienen cafeína u otros estimulantes tampoco son un buen aporte de hidratación para los niños, y es que esas bebidas pueden aumentar la presión arterial, provocar palpitaciones cardíacas y trastornos del ritmo cardíaco, como también dolores de cabeza y dolor de estómago.
La mayoría de los jóvenes no se esfuerzan con una intensidad ni duración suficiente para que su cuerpo demande una cantidad de azúcar y sal adicionales que contienen las bebidas deportivas, afirma el Dr. Matthew Silvis, director de medicina de Atención Primaria en el deporte del Centro Médico de Salud de la Universidad Estatal de Pensilvania. “Las bebidas deportivas pueden reponer parte de lo que se pierde durante el ejercicio, pero en realidad hay que hacer más de 45 minutos a una hora de ejercicio antes de pensar en eso”, argumenta. “Muchos de nuestros niños no hacen el suficiente ejercicio como para que sea necesario”, además, prosigue, “dar a los niños bebidas deportivas con azúcar adicional los pone en riesgo de aumentar de peso y de caries dentales”.
Los entrenadores y los padres deben ofrecer agua para asegurarse de que los niños se hidraten de forma adecuada durante el ejercicio, aconsejan los médicos. “Si juegan en tiempos de 30 o 45 minutos, deben hacer una pausa para beber agua, y quizá agregar rodajas de naranja fresca o una barra de granola (alimento formado por nueces, copos de avena mezclados con miel) para añadir un poco de azúcar y/o proteína a un nivel adecuado”, concluye Silvis.
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