Investigadores del CIBERCV identifican biomarcadores que aumentan el riesgo cardiovascular en pacientes con enfermedad renal crónica

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Investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV), han demostrado que la combinación de los niveles de dos biomarcadores de calcificación vascular, la osteoprotegerina y la osteopontina, y la citoquina inflamatoria TWEAK, puede aumentar la predicción de eventos cardiovasculares en pacientes con enfermedad renal crónica.

La investigación, llevada a cabo por el grupo de Luis Miguel Blanco-Colio en el Instituto de Investigación Sanitaria Fundación Jiménez Díaz de Madrid, se analizaron los niveles circulantes de estas tres proteínas en más de 1.000 pacientes incluidos en el proyecto NEFRONA (Observatorio Nacional de Aterosclerosis en Nefrología), un estudio que, de carácter observacional, prospectivo y multicéntrico de morbimortalidad cardiovascular, tiene como objeto de  investigación pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) distribuidos por toda España.

En palabras de Luis Miguel Blanco-Colio, “por primera vez se ha demostrado que los sujetos que tenían estos tres biomarcadores circulantes alterados tenían nueve veces más riesgo de sufrir un accidente cardiovascular que aquellos en los que estos biomarcadores estaban en niveles normales”. La inclusión de este conjunto de biomarcadores en modelos de riesgo cardiovascular con factores de riesgo clásicos como son los niveles de lípidos, la presión arterial, la presencia de diabetes, el tabaquismo y la presencia de calcificación vascular, mejoró la predicción del riesgo en esta población.

El estudio NEFRONA fue diseñado para analizar la prevalencia de aterosclerosis latente (sin sintomatología) en pacientes en diferentes estadios de enfermedad renal crónica, su asociación con diferentes biomarcadores circulantes, así como su asociación con la presencia de eventos cardiovasculares tras cuatro años de seguimiento.

La enfermedad renal crónica se asocia con una alta incidencia de eventos cardiovasculares

La presencia de enfermedad renal crónica se asocia con una alta incidencia de eventos cardiovasculares. Es más, la mortalidad por causas cardiovasculares aumenta progresivamente según disminuye la tasa de filtrado glomerular. Aunque los factores de riesgo tradicionales, que se pueden contabilizar hasta una decena, como la edad, hipertensión arterial, obesidad, obesidad abdominal, tabaquismo, LDL colesterol elevado, HDL colesterol disminuido, hipertrigliceridemia, diabetes y sedentarismo pueden explicar el riesgo cardiovascular asociado a la presencia de enfermedad renal crónica  Por lo tanto, “son necesarias herramientas de diagnóstico adicionales que nos puedan ayudar a predecir mejor el riesgo cardiovascular en este tipo de pacientes y nos permitan mejorar la intervención farmacológica sobre ellos”, concluye el investigador Luis Miguel Blanco-Colio.

A tenor de los resultados de este estudio, se pone de manifiesto que estos biomarcadores sugieren ser tenidos en cuenta en los algoritmos de predicción de riesgo cardiovascular, especialmente en pacientes con enfermedad renal crónica. La investigación ha contado con la participación del jefe de grupo del CIBERDEM Jesús Egido, el Institut de Recerca Biomèdica (IRB) de Lleida y la Red de Investigación Renal RedinRen.

La prevalencia de la enfermedad renal crónica creció en España en un 20% en la última década

Las muertes producidas por enfermedad renal crónica han aumentado en más de un 80% entre 1990 y 2010 en todo el mundo, cifra solamente superada por el VIH/SIDA y la diabetes.

En España, según datos de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), la prevalencia de la enfermedad renal crónica creció un 20% en la última década, y es que se pasó de 1.001 pacientes por millón de población (pmp) en 2006 a 1.211 en 2015.

España es uno de los países europeos con mayor prevalencia de la enfermedad renal crónica, y es que solamente está superado por Grecia, Francia, Bélgica y Portugal. Según la S.E.N. algo más de cuatro millones personas padecen ERC en España, de las cuales, algo más de 55.000 están en Tratamiento Renal Sustitutivo (TSR), que es cuando su riñón no puede cumplir su función y, o bien lo hace ayudado de hemodiálisis (HD) o diálisis peritoneal (DP), o sino un trasplante renal (Tx).

La mortalidad de la ERC en la última década en nuestro país se situa por encima del 8% y, se calcula que la atención de estas patologías del riñón, representa alrededor del 3% del gasto sanitario total en España. Este jueves 8 de marzo se celebra el Día Mundial del Riñón.
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