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La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) podría contar con una nueva diana terapéutica. Investigadores del del CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) han desarrollado un estudio que así lo demuestra. Junto a la Universidad de Barcelona y liderados por Manuel Vázquez, han presentado una alternativa de la hormona FGF21. El trabajo se ha publicado recientemente en la revista científica British Journal of Pharmacology.
Esta emergió como diana terapéutica para tratar la diabetes mellitus tipo 2 y la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Son dos patologías que suelen iniciarse por la obesidad y resistencia a la insulina. La alternativa presentada aumenta los niveles endógenos de la FGF21 mediante la molécula EPB‐53, administrada por vía oral.
El trabajo sobre la diabetes mellitus tipo 2 demuestra que la administración de este compuesto aumenta los niveles de FGF21 en hígado y en plasma
Tras inyectarse en modelos animales, los investigadores observaron como esta hormona mejoraba notablemente las dos patologías citadas. Ahora, dos compañías farmacéuticas han generado análogos de la FGF21. Sin embargo, los fármacos desarrollados requieren administración subcutánea y algunos originan efectos secundarios. Unos efectos que pueden derivar en pérdida de hueso o aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial. El trabajo demuestra que la administración de este compuesto EPB‐53 aumenta los niveles de FGF21 en hígado y en plasma.
Activación de la cinasa HRI
Manuel Vázquez explica que este aumento se consigue “porque el compuesto activa la HRI (EIF2-alfa quinasa hemorregulada). Una cinasa que acaba activando un factor de transcripción implicado en el aumento de la FGF21. Así, reduce la intolerancia a la glucosa y la esteatosis hepática en ratones alimentados con una dieta rica en grasas”.
Manuel Vázquez (CIBERDEM): “Actualmente, estamos trabajando en el desarrollo de nuevos activadores de la HRI con mejores características farmacocinéticas”
De este modo se confirma que los compuestos inductores de FGF21 podrían ser útiles para tratar la DM2 y la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Esto se produciría de forma similar a como lo hacen los análogos por vía subcutánea. “Además, esperamos demostrar en estudios posteriores que no provocarían los efectos adversos observados con algunos análogos de FGF21. Actualmente, estamos trabajando en el desarrollo de nuevos activadores de la HRI con mejores características farmacocinéticas. Tanto para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 como de la esteatohepatitis no alcohólica”, comenta Vázquez.
La búsqueda de nuevos fármacos para la DM2 supone un reto, ya que la incidencia ha aumentado considerablemente. Además, los fármacos disponibles no han logrado controlar la enfermedad en todos los pacientes. En cuanto al hígado graso no alcohólico, afecta a una de cada cuatro personas. En su forma más grave, la esteatohepatitis no alcohólica, aún no existe ningún fármaco específico aprobado.