..Cristina Cebrián.
Techo de cristal, desigualdades y brecha salarial son algunos de los términos que resuenan en la cabeza de muchas mujeres investigadoras en España. Aunque ya se ven algunos avances, todavía quedan aspectos de mejora para eliminar las barreras de género. Uno de ellos es la conciliación entre la vida personal y familiar. Las mujeres investigadoras de nuestro país no están dispuestas a tener que debatirse entre la maternidad o su proyección laboral.
En iSanidad hemos hablado con tres mujeres investigadoras sobre esta cuestión y todas ellas se muestran esperanzadas. No es para menos. Todas trabajan en centros adscritos al Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), donde cerca del 74% del personal contratado son mujeres. Sin embargo, su progresión a lo largo de la carrera es mucho más lenta que la de los hombres.
Dra. Joana Vidal (CIBERONC): Hipotecamos nuestra vida personal para sacar adelante el trabajo. Cuando llega la familia, esto cae como un castillo de naipes”
“Llega un momento en el que te tienes que plantear si ser madre o avanzar en tu carrera profesional”, comenta la Dra. Joana Vidal, oncóloga médica e investigadora del CIBER de Cáncer (CIBERONC) en el Hospital del Mar de Barcelona. Aunque ella no tiene hijos, sí ha visto en sus compañeras de trabajo esta circunstancia y tiene muy presente el aspecto de la conciliación. “Al final, hipotecamos nuestra vida personal para sacar adelante el trabajo. Cuando llega la familia, esto cae como un castillo de naipes”, asegura la oncóloga.
La Dra. Vidal se encuentra inmersa en el desarrollo de su tesis doctoral sobre biopsia líquida. En concreto, sobre el estudio del ADN circulante tumoral en el diagnóstico y monitorización de pacientes con cáncer. Además, es sub-investigadora de dos ensayos clínicos que comenzarán próximamente en España.
Más cerca de romper el techo de cristal
Con parte de su vida dedicada a la ciencia y a la medicina, es consciente de que sigue existiendo el llamado techo de cristal en la plantilla investigadora. Ese que, según un informe de 2018 del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se situaba en 1,37 puntos; cuando un índice 1 indicaría que no existe desigualdad. Por lo que sí, continúa existiendo un techo de cristal para las científicas.
Dra. Susana Carregal (CIBERES): . Si hombres y mujeres investigadoras ponemos en la misma balanza nuestra vida personal y familiar, será cuando encontremos la igualdad”
Pero, ¿se acabará rompiendo? La Dra. Vidal cree que sí “porque estamos viviendo un cambio en nuestra mentalidad como sociedad. Las mujeres tenemos que seguir insistiendo en que este cambio es necesario”. Por otro lado, reconoce entre risas que, al ser oncóloga, es muy optimista a la hora de pensar que las mujeres están viviendo un buen momento.
“Por suerte, hombres y mujeres remamos en la misma dirección. Muchos de mis compañeros valoran, cada vez más, su vida familiar y personal. Esto es importante porque nos necesitamos todos. Si hombres y mujeres ponemos en la misma balanza nuestra vida personal y familiar, será cuando encontremos la igualdad”, explica la investigadora del CIBERONC.
En la misma línea, la Dra. Susana Carregal, investigadora del CIBER de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) en el centro de biomateriales CIC biomaGUNE del País Vasco, cree que se debe trabajar más en la conciliación. Esta experta en Nanotecnología y enfermedades vasculares pulmonares explica las dificultades que, por ser mujer, encuentran las investigadoras españolas para alcanzar puestos de liderazgo.
Dra. Inés Ibarra-Lecue (CIBERSAM): “A pesar de todo, se está intentando que las mujeres lleguen a los mismos puestos que los hombres”
“No debería existir un único modelo para ser jefe que consista en estar miles de horas trabajando para permanecer en lo más alto. Existen otros modelos”, comenta la Dra. Carregal. Durante su trayectoria ha visto como sus compañeras han sido capaces de conciliar “perfectamente” para llegar a puestos de liderazgo. “Esto es, quizá, lo que más haga falta”, insiste.
Por otro lado, el hecho de que tanto investigadores principales como directores de grupos de investigación sean hombres, no impide pensar que algo está cambiando. Así lo cree la tercera de nuestras protagonistas.Se trata de la Dra. Inés Ibarra-Lecue, investigadora del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM). También es investigadora predoctoral del grupo de Neuropsicofarmacología de la Universidad del País Vasco.
“A pesar de todo, se está intentando que las mujeres lleguen a los mismos puestos que los hombres”, afirma al tiempo que recuerda que ese cambio está llegando por las generaciones más jóvenes. Así que, “tendrá que pasar tiempo para poder ver paridad en todos los estadíos de la etapa investigadora”, añade la Dra. Ibarra-Lecue.
España está a años luz de mantener una correcta conciliación familiar y laboral, en comparación con países como Alemania y EE. UU.
Cambio generacional
La buena noticia, tal y como coinciden las tres mujeres investigadoras, es que las generaciones más jóvenes ya están incorporando en su ADN esa paridad. Atrás queda la idea de que las mujeres solo pueden ser, por ejemplo, peluqueras. La Dra. Carregal, acostumbrada a acercar la ciencia a los más pequeños mediante la organización de eventos, destaca la importancia de reforzar el papel de la mujer en el ámbito científico.
“Si los niños y niñas tienen más referentes científicos alrededor, van a ver la profesión como algo normal. En cambio, si están acostumbrados a que las mujeres sean peluqueras, no van a ver como referente a la mujer científica. Esto llegará con el tiempo, al igual que ya hay muchas ingenieras e informáticas”, asegura.
Aprender de países vecinos (y no tan vecinos)
Aunque la fuga de cerebros es otro tema, nuestras protagonistas han tenido la oportunidad de desarrollar parte de su trayectoria en el extranjero. Gracias a estas experiencias han comprobado de primera mano que España está a años luz de mantener una correcta conciliación familiar y laboral.
Dra. Vidal: “En Nueva York, durante las entrevistas, a las mujeres nunca se les pregunta por su deseo de quedarse embarazadas, ni siquiera por su edad”
Por ejemplo en Alemania, donde la Dra. Carregal trabajó como investigadora y docente en la Universidad de Marburg, están más sensibilizados con el hecho de que haya mujeres líderes. “Por ejemplo, en la Facultad de Física, donde normalmente las mujeres son minoría, se realizaban reuniones de asesoría sobre la carrera científica. Así, si te quedas embarazada, te orientan sobre cómo desarrollar tu carrera o saber si tienes acceso a una guardería en el campus”, comenta. Esta es una manera de apoyar la carrera científica de la mujer.
Otro caso de éxito en cuanto a conciliación en el ámbito científico se encuentra en Estados Unidos (EE. UU.), concretamente en Nueva York. Allí, “en las entrevistas de trabajo no se penaliza la maternidad. Cuando explicas que has sido madre, se entiende que has tenido un parón en tu producción científica”, detalla la Dra. Vidal, que se formó en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York.
Además, recuerda que “a las mujeres allí nunca se les pregunta por su deseo de quedarse embarazadas, ni siquiera por su edad”. En cambio, la situación en España es bien distinta. “Si eres madre, dan por hecho que no te interesa seguir en la carrera científica”, subraya la oncóloga.
Establecer unos horarios adecuados para la producción a la vez que para la conciliación es una de las claves de éxito
Establecer unos horarios adecuados para la producción a la vez que para la conciliación es una de las claves de éxito. Es el caso que experimentó la Dra. Ibarra-Lecue en Los Ángeles (EE. UU.) durante su estancia de cuatro meses. “Al final, trabajaba las mismas horas, pero a partir de las 5 de la tarde, tanto mujeres como hombres, terminaban su jornada. Esos horarios permitían que no se vieran diferencias de género”, remarca la investigadora del CIBERSAM.
En definitiva, dejando a un lado el techo de cristal, las desigualdades o la brecha salarial, se trata de ver resultados. Y, en el ámbito científico, esto lo conocen bien. Tanto que, cada día, estas tres investigadoras sueñan con poder mejorar la calidad de vida de los pacientes, a partir de los resultados de sus investigaciones. Solo queda que las mujeres luchen por pequeñas cosas como entrar una hora antes a trabajar para conciliar; “pero también que los propios líderes y jefes nos permitan hacerlo y lo potencien”, concluye la Dra. Vidal.