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“Si ahora hiciéramos una analítica a toda la población española, nos daríamos cuenta del enorme porcentaje de población sana que tiene los niveles de vitamina D bajos o muy bajos”. Lo afirma el Dr. José Manuel Cucalón, miembro del Grupo de Trabajo de Endocrinología, Metabolismo y Nutrición de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), que explica cómo el confinamiento, unido a los cuatro meses previos en los que el otoño y el invierno hacen que dispongamos de menos horas de sol y con una incidencia menor de sus rayos, provoca la hipovitaminosis de este nutriente que, entre sus muchas funciones, incluye el sistema inmune. “Unos bajos niveles de vitamina D influirían debilitándolo y, por tanto, dificultando nuestra defensa frente a los agentes externos, como el coronavirus”.
Dr. Cucalón: “Si ahora hiciéramos una analítica a toda la población, veríamos un enorme porcentaje de población sana con niveles de vitamina D bajos o muy bajos”
Hay varias maneras de hacer frente a la falta de vitamina D en el confinamiento. El Dr. Cucalón recomienda a toda la población, tanto a niños, como a población en riesgo y personas sanas en general, salir a la ventana o al balcón cada mañana para exponerse a la luz solar durante diez minutos entre las 10:00 y las 14:00 horas. “Tiene que ser luz solar directa, si nos da a través de los cristales, ya no sirve, y es recomendable tener la cara y los brazos descubiertos”, apunta.
Además, recuerda que los niveles de esta vitamina también pueden incrementarse mediante la ingesta de determinados alimentos como “pescados grasos u hongos, que son muy ricos. También mediante bebidas enriquecidas con vitamina D, como la leche, y alimentos como cereales y mantequilla”.
Para evitar la caída de vitamina D durante el confinamiento, se recomienda salir al balcón unos 10 minutos, una dieta rica en este nutriente y suplementos
Además de tomar el sol y tener una dieta en la que abunden los alimentos ricos en este nutriente, la suplementación vitamínica es otra de las vías por las que incrementar los niveles séricos de este nutriente. El Dr. Salvador González, dermatólogo y consultor del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York, recomienda tomar suplementos “tanto en el estado actual de confinamiento como antes y después del mismo”.
Explica que “su inclusión en la ingesta se ha convertido en algo crucial” y señala que según muchos expertos, “podría ser necesaria una ingesta de 25 mcg diarios para llegar a un nivel sanguíneo óptimos de vitamina D”. La suplementación, recuerda, se complementa con una dieta en la que abunde el salmón, atún, sardina y arenques, los huevos, lácteos y derivados.
El Dr. González recomienda tomar suplementos de vitamina D “tanto en el estado actual de confinamiento como antes y después del mismo”
Especial atención recomiendan prestar a niños y grupos de riesgo de padecer déficit de vitamina D. Según el Dr. González, los niveles séricos de esta vitamina “son de gran importancia en los niños por su multifuncionalidad, especialmente entre los afectos de dermatitis atópica”. Desde su punto de vista la obtención del nutriente se puede conseguir a partir de alimentos y suplementos y así, se evita la exposición solar, que puede causar daños en la piel.
En este sentido, señala los resultados de un reciente estudio llevado a cabo por el grupo de Anthony Young. “Demuestran que la exposición solar en la infancia conlleva un modesto incremento de vitamina D en suero mientras produce gran producción de daño genético y consecuente origen de mutaciones y posterior potencial incremento de cáncer cutáneo en etapa futura”.
Dr. González: “La vitamina mediante ingesta es funcionalmente idéntica a la producida a partir de la exposición a los rayos del sol”
Con la edad, la capacidad de producir vitamina D va decayendo. De hecho, se estima que el potencial en adultos de mediana edad es en torno a un 35% inferior con respecto al de los niños, según el Dr. González. En las personas mayores, este porcentaje se reduce aún más. Por tanto, recomienda los suplementos nutricionales y el enriquecimiento de la dieta para cubrir las necesidades de vitamina D con total garantía. “Según estudios publicados recientemente, esta vitamina obtenida mediante ingesta es funcionalmente idéntica a la producida a partir de la exposición a los rayos del sol”, recuerda.
Por su parte, el Dr. Cucalón se muestra partidario de suplementar con algún producto o medicamento con vitamina D en personas mayores, institucionalizados, niños y adolescentes en crecimiento, lactantes, mujeres embarazadas y pacientes con enfermedades crónicas como enfermedades renales, hepáticas, intestinales, óseas o inmunitarias.
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