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Aunque casi todos los tumores en su fase de desarrollo local, y antes de extenderse, se pueden tratar con protonterapia, esta técnica adquiere una relevancia especial en el tratamiento del cáncer infantil. El motivo es que se logran reducir significativamente los efectos secundarios de una irradiación innecesaria sobre los órganos sanos cercanos al tumor. Desde que abrió sus puertas hace unos meses el Centro de Protonterapia de Quirónsalud, ha tratado a 13 pacientes menores de 14 años, de un total de 24 pacientes.
La Dra. Carmen Ares, jefa de Oncología Radioterápica del Centro, destaca que el beneficio de la protonterapia es mayor en pacientes pediátricos. Esto se debe a que “los tejidos sanos alrededor del volumen que tenemos que radiar están en desarrollo y son más sensibles a la radiación. Reducir la dosis en los tejidos sanos alrededor del volumen que tenemos que irradiar donde está el tumor es lo que nos va a evitar el riesgo de desarrollar toxicidades en estos tejidos”, comenta la experta.
Dra. Ares: “Los tejidos sanos alrededor del volumen que tenemos que radiar están en desarrollo y son más sensibles a la radiación”
Otra de las ventajas que presenta la protonterapia en el tratamiento a pacientes pediátricos es que, frente a radioterapia convencional, la terapia de protones destina menos dosis en los tejidos alrededor del volumen a irradiar.
Por ejemplo, en un tumor cerebral, la Dra. Ares explica que “con fotones, los tejidos que están en desarrollo, por ejemplo el parénquima cerebral, podemos tener riesgo de tener secuelas de déficit neurocognitivos; o de déficit hormonales o de problemas de crecimiento. En cambio, todo tejido que no recibe ninguna dosis gracias a la irradiación con protones, no va a desarrollar estas toxicidades a largo plazo”. Por ello, el principal beneficio que presenta la terapia con protones se encuentra en la mejor distribución de dosis dentro del tumor y la mínima o casi nula dosis de salida.
Uso de anestesia en pacientes pediátricos
A la hora de aplicar terapia de protones a pacientes pediátricos, los expertos recuerdan que, en ocasiones, se trata de niños muy pequeños. Por tanto, “al no poder colaborar para permanecer quietos durante la aplicación del tratamiento, es necesario aplicarles una anestesia para inmovilizarles”, detalla la Dra. Ares.
Dr. Mazal: Los pacientes pediátricos de más edad soportan y hay veces que incluso soportan mejor que los adultos”
En este sentido, el uso de anestesia en pacientes pediátricos se debe a “una diferencia de edad y, sobre todo, de comportamiento”, apunta el Dr. Alejandro Mazal, director técnico y jefe de Servicio de Física Médica del Centro de Protonterapia de Quirónsalud. De este modo, “cuando el niño tiene que quedarse mucho tiempo sin moverse, le ponemos una máscara que le ayuda a fijar si está en un colchón que toma su forma”, aclara el Dr. Mazal. En cambio, “si se trata de niños muy pequeños, recurrimos a la anestesia”, añade.
Más allá de la anestesia, también se puede recurrir a otras técnicas como la hipnosis. Sin embargo, el experto insiste en que se trata de “un desfase de transición entre dos edades. Los mas grandes soportan y hay veces que incluso soportan mejor que los adultos”.
Dr. Miralbell: “Hay que anestesiar a los niños, se trabaja bajo el estrés de una situación límite y hay que estar a la altura”
Si ya resultó significativo tratar al primer paciente con protonterapia en España, aplicarlo a pacientes pediátricos lo es aún más. Así, para el director médico del Centro de Protonterapia de Quirónsalud, el Dr. Raymond Miralbell, “ha sido muy importante poder tratar al primer niño porque estos pacientes son más complicados”. La razón es que “hay que anestesiarlos, se trabaja bajo el estrés de una situación límite y hay que estar a la altura”, comenta el Dr. Miralbell.
Los profesionales sanitarios de este centro cuentan con amplia experiencia internacional, algo que ha permitido “poner rápidamente en marcha esta terapia tanto en adultos como en niños. Estamos encantados de poderlo hacer”, concluye el director médico.