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Las herramientas que aportan los servicios no presenciales y la telemedicina permiten proporcionar una asistencia sanitaria complementaria eficaz, segura y de calidad en numerosos ámbitos médicos incluso en un escenario de confinamiento como el que se ha producido en los últimos meses. De hecho, estas circunstancias tan excepcionales han constituido una oportunidad idónea para evidenciarlo.
Las herramientas que aportan los servicios no presenciales y la telemedicina permiten proporcionar una asistencia sanitaria complementaria eficaz, segura y de calidad
Así lo demuestra un estudio realizado por el Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Fundación Jiménez Díaz, y recientemente publicado en International Orthopaedics. Este estudio analiza la actividad y la realización de este tipo de servicios no presenciales en su entorno durante las semanas más intensas de la pandemia.
“La investigación surgió motivada por el cambio agudo en la atención dispensada a nuestros pacientes derivado del estado de alarma. Esta situacíon obligó a interrumpir la consulta mediante entrevista presencial convencional y cambió las necesidades y demandas de nuestros pacientes”, explica el Dr. Emilio Calvo, jefe del citado departamento.
Para llevarlo a cabo, se compararon los datos de dos semanas de marzo de 2019 y del mismo mes de 2020. Se analizan parámetros de medida de la eficacia en la resolución de los problemas de los pacientes, de seguridad de estos y de calidad subjetiva y objetiva. Además de datos de atención en consulta se evaluaron actividad en urgencias, los procedimientos quirúrgicos y las admisiones, obteniendo así una visión global de los efectos de la pandemia en el servicio.
“Se nos ha solicitado que nuestro material se comparta en repositorios de información científica de gran difusión internacional y con la OMS. Esperamos que la información de este estudio haya sido y esté siendo útil para otros compañeros en una situación similar”, añade el Dr. Calvo.
Dr. Calvo: “El estado de alarma cambio las demandas y necesidades de nuestros pacientes”
Y es que los datos hablan por sí solos: durante el mes de marzo, el 90% de las citas programadas en este servicio se realizaron de forma telemática. Ha llevado a dos cambios sin precedentes: una notable transformación en la relación médico-paciente y un impacto significativo en la práctica de los cirujanos.
Para evaluar la percepción de la calidad en la atención, se han realizado encuestas tanto a los profesionales como a los pacientes. En cuanto a los primeros, la valoran positivamente, con 6,7 puntos sobre 10. La mayoría considera que la telemedicina ha sido muy útil para el seguimiento de los pacientes, siempre que esta ha sido posible. Además, señalan en este sentido la conveniencia de algunas citas, como las primeras, sean presenciales. “Una entrevista personal nos permite, además de explorar al paciente, detallar mejor sus síntomas y compartir sus necesidades y expectativas. Otras consultas también deben ser preferentemente presenciales -añade el especialista-; por ejemplo, siempre que sea necesario explorar al paciente o cuando hay información especialmente relevante que compartir, como es el caso de indicación de cirugía”.
En cuanto a la satisfacción de los pacientes, la encuesta, realizada a 16.000 de ellos, obtuvo una valoración media de 8,3 puntos. Este dato demuestra que los usuarios se muestran abiertos ante la adopción de nuevas tecnologías para la prestación de servicios de salud. “Como en otros muchos ámbitos, también en este nuestros hábitos han cambiado. La telemedicina ya existía, pero estos meses han puesto de manifiesto su utilidad y han brindado una oportunidad extraordinaria para ponerla en práctica”, comenta el Dr. Calvo, quien menciona en este sentido el Portal del Paciente -aplicación de desarrollo propio- y su utilidad como vínculo de interacción continuada y multidireccional entre el paciente y el profesional sanitario, dentro del hospital y con Atención Primaria.
Durante el mes de marzo, el 90% de las citas programadas en este servicio se realizaron de forma telemática
A la luz de los resultados del estudio -que se ha desarrollado dentro del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD), de cuyo Grupo sobre Investigación en Traumatología es jefe el Dr. Calvo-, en el mes de marzo, las citas programadas disminuyeron en torno al 22 por ciento, y las consultas urgentes y las altas también descendieron, un 37 y un 20%respectivamente.
Entre estas cifras, destaca además el hecho de que las visitas a Urgencias se redujeron en un 90 por ciento con respecto al periodo anterior, debido, en gran parte, a las medidas de confinamiento. “Pacientes con patología urgente como fracturas, sobre todo los más mayores, no acudían a urgencias, por lo que nos hemos encontrado casos de fractura de cadera con una demora superior incluso a los cinco días para acudir a este servicio”, advierte el también investigador. Y ahonda: “Es posible que esta demora haya tenido un impacto en su tratamiento y en su recuperación, aspecto concreto que está siendo objeto de análisis en otro proyecto de investigación actualmente en curso”.
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