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“Nuestras investigaciones anteriores nos permitieron saber que Fusobacterium era una bacteria intestinal patógena importante e integrante de la microbiota asociada con el cáncer colorrectal. Sin embargo, no teníamos datos sobre su papel en el cáncer rectal avanzado y ahora hemos investigado su asociación con la respuesta al tratamiento y la supervivencia”, explica el Dr. Paolo Nuciforo, investigador principal del Grupo de Oncología Molecular del VHIO. Se trata del primer estudio que identifica un marcador pronóstico en cáncer de recto basado en el microbioma intestinal. El resultado de la investigación ha permitido comprobar cómo la persistencia de Fusobacterium nucleatum tras un tratamiento con quimio-radioterapia neoadyuvante (nCRT) se asociaba con altas tasas de recaídas en cáncer rectal localmente avanzado.
Dr. Nuciforo: “No teníamos datos sobre el papel de la Fusobacterium en el cáncer rectal avanzado, ahora hemos investigado su asociación con la respuesta al tratamiento”
Hasta la fecha, la nCRT seguida de la cirugía es el tratamiento estándar para los pacientes de cáncer rectal localmente avanzado. Los pacientes que reciben nCRT y consiguen una respuesta patológica completa tienen un buen pronóstico con reducción de las recaídas locales y mejor supervivencia. En cambio, en aquellos en que la respuesta es parcial o no hay respuesta, actualmente no se sabe qué recomendaciones de manejo de los pacientes pueden dar mejores resultados a largo plazo. “No existe ningún marcador que nos ayude a predecir qué pacientes van a recaer y cuáles no. De hecho, no es posible adecuar y reforzar el tratamiento en los que tienen más riesgo, o no dar nada a aquellos que no van a recaer”, explica el Dr. Nuciforo.
La voluntad de dar respuesta a esta necesidad clínica y la experiencia previa con Fusobacterium nucleatum fue lo que motivó que el equipo del Dr. Paolo Nuciforo se pusiera a trabajar con la hipótesis de que esta bacteria podía tener un valor pronóstico en los pacientes de cáncer rectal avanzado. Para llevar a cabo este estudio se analizó un total de 254 muestras de 143 pacientes con adenocarcinomas rectales. En este análisis se determinó la presencia y abundancia de Fusobacterium nucleatum utilizando para ello hibridación de ARN in situ y análisis de imagen digital. Se comprobó la presencia de la bacteria en las muestras antes y después de los tratamientos de nCRT.
“No existe ningún marcador que nos ayude a predecir qué pacientes van a recaer y cuáles no”
El primer resultado que se obtuvo de este análisis fue que la presencia de Fusobacterium nucleatum en los tumores de pacientes no tratados no tenía ningún valor pronóstico. En aquellos que recibían un tratamiento preoperatorio, no podía utilizarse como un marcador predictivo para saber qué pacientes iban a tener una respuesta patológica completa y cuáles no. “En cambio lo que vimos fue que la presencia de Fusobacterium nucleatum no predice la respuesta. Aunque sí que nos puede servir para saber en cuáles de aquellos pacientes en que no hubo respuesta completa al tratamiento había más riesgo de recaída o metástasis”, comenta el Dr. Paolo Nuciforo.
Esto ha servido para introducir un nuevo concepto, el microbiotipo tumoral. De esta forma, el equipo del Dr. Nuciforo dividió los cánceres de recto en dos microbiotipos: positivo o negativo a Fusobacterium. “Los pacientes con tumores residuales a la cirugía negativos tenían un buen comportamiento. En cambio, si eran positivos, el riesgo de recaída en dos o tres años era 7 veces más alto que en los negativos, por lo que estos pacientes tenían un peor pronóstico. En base a esto, en la práctica clínica se pueden tomar decisiones que ayuden a manejar este riesgo”, explica el Dr. Paolo Nuciforo.
La presencia de Fusobacterium nucleatum no predice la respuesta. Aunque sí que nos puede servir para saber en que pacientes había más riesgo de recaída o metástasis
Este comportamiento de los tumores según la presencia de la bacteria en la microbiota está relacionado con el microambiente tumoral y la respuesta inmunológica. “De hecho, cuando hay persistencia de Fusobacterium nucleatum después del tratamiento hemos visto que se crea un microambiente inmunosupresor que evita que las células del sistema inmune puedan atacar al tumor con eficacia”, señala el Dr. Nuciforo, quien añade cómo han podido ver que, cuando no se detectaba la presencia de esta bacteria, se producía un fuerte aumento de las células T CD8+ y una mayor respuesta inflamatoria.
Este descubrimiento abre la puerta a nuevas vías de investigación en las cuales Fusobacterium nucleatum sea una diana y ayude a mejorar la respuesta de los pacientes. “Eliminando esta bacteria creemos que es posible generar un microambiente antitumoral. Puede ser una interesante vía futura de investigación para nuevos tratamientos que ayuden a reducir el riesgo de escape del sistema inmune”, finaliza el Dr. Nuciforo.
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