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Se estima que entre el 20 y el 30% de los pacientes hospitalizados presenta desnutrición relacionada con la enfermedad al ingreso y, en el caso concreto de los pacientes con Covid-19, especialmente los ingresados en UCI, sufren una gran pérdida de masa corporal y una afectación muscular relevante, según puso de manifiesto el Dr. García Almeida especialista en nutrición clínica, durante el XXXV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nutrición Clínica y Metabolismo (SENPE), donde se dieron a conocer las líneas maestras de un nuevo enfoque en la nutrición clínica.
Entre el 20 y el 30% de los pacientes hospitalizados presenta desnutrición relacionada con la enfermedad al ingreso
Pese al alto porcentaje de pacientes hospitalizados con desnutrición clínica, el Dr. García Almeida señaló que “sigue siendo un aspecto infravalorado”, sobre todo teniendo en cuenta que “afecta al pronóstico de las otras enfermedades que padece el paciente”. La denominan “desnutrición oculta o invisible” y para abordarla, un grupo de trabajo específico ha desarrollado un nuevo posicionamiento sobre la función y composición corporal. Lo denominan un nuevo enfoque de nutrición clínica que estudia los cambios mofofuncionales en estos pacientes.
Según se recoge en este posicionamiento “el diagnóstico morfofuncional permite realizar un diagnóstico más preciso sobre la desnutrición relacionada con la enfermedad”. El Dr. Diego Bellido, especialista del Complejo Hospitalario de Ferrol (A Coruña), explicó que el nuevo enfoque sustituye los parámetros clásicos que se aplicaban en la nutrición clínica por herramientas para la valoración morfofuncional. Sus resultados “pueden servir de predictores de mortalidad y complicaciones de los pacientes desnutridos con patologías agudas o crónicas”.
Un grupo de especialistas ha elaborado un posicionamiento basado en un nuevo enfoque en nutrición clínica para detectar este problema en los pacientes
El Dr. Bellido, junto al Dr. García Almeida y Cristina García, del Departamento Médico de Persan Farma, han coordinado al grupo de trabajo de especialistas en endocrinología y nutrición de hospitales de toda España que han desarrollado el nuevo posicionamiento. Entre las técnicas de diagnóstico del nuevo enfoque, se encuentran la dinamometría de mano y el ángulo de fase. Son dos de las técnicas con mayor grado de validez como forma de medición de la desnutrición. Según el Dr. Gabriel Olveira, del Hospital Regional Universitario de Málaga, la dinamometría “debería incorporarse a la valoración nutricional rutinaria de los pacientes con patologías agudas o crónicas”.
Mientras que el ángulo de fase medido por impedanciometría se recomienda en la evolución de patologías médicas o quirúrgicas. Entre ellas, prevalecen enfermedades oncológicas, enfermedad renal crónica, insuficiencia cardíaca o EPOC. Para el posicionamiento se estudiaron y evaluaron complicaciones como la estancia media hospitalaria de ingreso, las complicaciones postoperatorias y la mortalidad a corto y a largo plazo. Los estudios mostraron que “puede utilizarse como predictor de mortalidad y complicaciones”, declaró la Dra. Virginia Bellido, del Hospital Universitario Cruces de Baracaldo (Vizcaya).
El nuevo enfoque sustituye los parámetros clásicos que se aplicaban en la nutrición clínica por herramientas para la valoración morfofuncional
Los especialistas también recomendaron utilizar la antropometría clásica y las determinaciones analíticas, que también ejercer de predictores de complicaciones, especialmente, “la medición de albúmina preoperatoria” en los pacientes que van a someterse a cirugía mayor, en pacientes con patología aguda y en ancianos.
El Dr. Juan José López, del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, expuso los resultados obtenidos en cuanto a utilización de distintas técnicas de valoración de la ingesta y valoración de malabsorción y maldigestión como marcadores pronóstico y su recomendación en la práctica clínica. Según afirmó, la realización de herramientas estructuradas que incluyen métodos de valoración de la ingesta oral, especialmente Mini Nutritional Assessment (MNA) y Valoración Global Subjetiva (VGS), deben utilizarse en la valoración nutricional habitual en pacientes desnutridos o en riesgo de desnutrición con un grado de recomendación fuerte.
Sus resultados pueden servir de predictores de mortalidad y complicaciones de los pacientes desnutridos con patologías agudas o crónicas
En cuanto a las técnicas de imagen, la Dra. Pilar Matía, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, consideró que la ecografía muscula debería utilizarse para predecir el pronóstico clínico cuando otras técnicas de valoración de composición corporal no son accesibles. También se refirió al TAC para valorar la cantidad y calidad muscular como predictor de pronóstico clínico en patologías que requieren esta prueba, como los pacientes oncológicos.
El Dr. Alejandro Sanz, del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, presentó los resultados en cuanto al uso de tests funcionales y de calidad de vida. Estos indican que “deberían incorporarse a la valoración nutricional de forma rutinaria” en los pacientes desnutricos con patologías agudas o crónicas. El Dr. García Almeida recordó que cuando se detecten este tipo de problemas de desnutrición es necesario “un tratamiento médico nutricional”. Además, se debe complementar con la recomendación de hacer ejercicio y la importancia del movimiento.
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