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Obesidad, diabetes y enfermedad cardiovascular forman un triángulo que preocupa a los sistemas sanitarios. La prevalencia de estas patologías, evitables con estilos de vida saludables, se ha ido incrementando en los últimos años. En 1980, un total de 108 millones de personas sufría diabetes tipo 2; esta cifra ha aumentado hasta los 422 millones de personas en los últimos años, según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud.
El impacto de la obesidad y diabetes en el desarrollo de enfermedad cardiovascular resulta cada vez más evidente, una realidad que se escapa a buena parte de la sociedad. Existe hoy un alto nivel de infradiagnóstico. Se estima que prácticamente la mitad de las personas con diabetes desconoce que sufre esta patología.
El impacto de la obesidad y diabetes en el desarrollo de enfermedad cardiovascular resulta cada vez más evidente, una realidad que se escapa a buena parte de la sociedad
El infradiagnóstico y la incapacidad de actuar a tiempo produce importantes daños en la salud de la población. Dos de cada tres pacientes con diabetes presenta riesgos coronarios. Así lo puso de manifiesto el estudio Taking Diabetes to Heart. Estas personas presentan síntomas como presión arterial alta, niveles de glucosa en sangre no controlados y colesterol alto o han experimentado un episodio de enfermedad cardiovascular como angina, infarto de miocardio, ictus o insuficiencia cardiaca.
Un paciente diabético y una persona no diabética que ha sufrido un infarto de miocardio presentan el mismo riesgo de mortalidad, alrededor del 20%. Este riesgo se triplica entre aquellos diabéticos que además han sufrido un infarto. Estas cifras ponen de manifiesto que aquellas personas diagnosticadas de diabetes tipo 2 reduzcan su expectativa de vida un 30%. Así se pone de manifiesto en el artículo Diabetes y enfermedad cardiovascular. Una mirada hacia la nueva epidemia del siglo XXI, publicado en la Revista Española de Cardiología.
Dos de cada tres pacientes con diabetes presenta riesgos coronarios, según el estudio Taking Diabetes to Heart
La enfermedad cardiovascular es la consecuencia más grave pero existen otros males derivados de la diabetes. Se estima que un 32% de los diabéticos presenta retinopatía, un 25% neuropatía y un 23% nefropatía, según el mismo artículo.
La relación entre diabetes y corazón ha provocado el lanzamiento de una serie de medicamentos en los últimos años para reducir el riesgo cardiovascular. Fármacos como los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT2) y los agonistas GLP1 han logrado disminuir entre un 20 y un 30% el desarrollo de eventos cardiovasculares como el infarto, la angina y la insuficiencia cardiaca.
En el caso de los agonistas del GLP1, la semaglutida oral ha ha demostrado reducciones en la hemoglobina glicosilada estadísticamente significativas versus sitagliptina, empaglifozina y liraglutida. Además de una reducción de peso superior a los 4,3 kilos.