..Victoria Guillén.
La fractura por fragilidad constituye una de las principales causas de mortalidad, morbilidad y dependencia en nuestra sociedad. Es la consecuencia clínica más grave de la osteoporosis. La incidencia de estas fracturas aumenta con la esperanza de vida y, aunque el envejecimiento no se puede evitar, “nuestra obligación como profesionales de la salud es identificar y buscar soluciones para intentar que la primera fractura por fragilidad sea la última”, ha señalado el Dr. Ricardo Larraínzar, jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid y miembro de la Junta directiva de la Sociedad Española de Fractura Osteoporótica, en una entrevista para iSanidad.
Las medidas para evitar segundas fracturas en pacientes con osteoporosis se abordarán en el webinar Fractura por fragilidad: fractura inminente en las consultas. ¿Mito o realidad? que se celebrará el próximo 10 de diciembre a las 18:00h. El acto, organizado por Grünenthal, cuenta con el aval de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (Sermef).
Dr. Larraínzar: “El mayor riesgo de nueva refractura es especialmente significativo en los dos años posteriores a la fractura, ya que aumenta en un 2,4”
El especialista llama la atención sobre la necesidad de identificar a aquellos pacientes que ya hayan sufrido un traumatismo para evitar una segunda fractura. “Sabemos que el mayor riesgo de nueva refractura es especialmente significativo en los dos años posteriores a la fractura, aunque se mantiene durante los diez años siguientes. Solo el hecho de tener una fractura multiplica en 1,7 el volver a tener otra, y en los dos primeros años aumenta en un 2,4. Esto hace que en las guías internacionales apunten hacia el beneficio de empezar con una terapia osteoformadora y continuarlo con un antirresortivo potente”.
En las terapias para pacientes con osteoporosis es importante la comunicación multidisciplinar. El enfermo es el nexo común entre los traumatólogos, geriatras, rehabilitadores, reumatólogos y los médicos de medicina interna, entre otros especialistas. “El equipo médico que hay en torno a estos equipos multidisciplinares hace una valoración global de ese enfermo tratando de identificar las causas secundarias de fractura por fragilidad, programas de prevención de caídas y adecuación de la medicación. Muchos son polimedicados sin que haya un especialista que tenga una visión de conjunto”, ha comentado el Dr. Larraínzar que advierte de la posibilidad de interacciones de los medicamentos.
Según el Dr. Larraínzar es importante la comunicación multidisciplinar entre especialistas porque muchos pacientes con osteoporosis son polimedicados sin que exista una visión de conjunto
Asimismo, el Dr. Larraínzar ha explicado algunos de los mitos asociados a la osteoporosis: “El primer mito que hay que romper es que la fractura por fragilidad es un proceso inevitable de los ancianos. Hay una tolerancia social hacia la fractura por fragilidad que creo que no es adecuada. La palabra fractura de cadera o fractura vertebral se asocia a un proceso inherente del envejecimiento. Pero también hay otras enfermedades que están íntimamente ligadas al envejecimiento como el alzhéimer, la demencia o el párkinson”.
El dolor que sufren los pacientes con osteoporosis será otro de los puntos de discusión durante la jornada. “Otro mito que me gustaría destacar es sobre si la osteoporosis duele o no duele. La osteoporosis es la enfermedad que está en el sustrato sobre la que asienta la fractura por fragilidad y posiblemente como una entidad clínica aislada no duela. Pero la manifestación clínica, a través de microfracturas acumuladas, probablemente sí que sea dolorosa. Por lo tanto, yo diría que la osteoporosis no duele, pero su manifestación clínica a través de microfracturas duele, y mucho”, ha comentado.
La osteoporosis generalmente se asocia más a la mujer, pero debido al envejecimiento, repercute de igual manera en los varones. El Dr. Larraínzar ha explicado que “el hecho de presentar una fractura asociada al envejecimiento no es selectivo de ninguno de los dos sexos. Es cierto, que la esperanza de vida del varón es mucho menor que la de la mujer. Por tanto, las mujeres viven más y, por eso, tenemos muchas fracturas de cadera en enfermos octogenarios, pero también es porque hay muchas más mujeres octogenarias que varones octogenarios”.
El varón, entre los 50 y los 65 años, en tratamiento androgénico es el gran olvidado de la fractura por fragilidad
El tratamiento de cáncer de próstata y de hiperplasia benigna de próstata con depleción androgénica pone a los hombres en situación de riesgo. El Dr. Larraínzar ha afirmado que “estos pacientes presentan una menor mineralización ósea por el tratamiento hormonal que están tomando para la hiperplasia de próstata. Probablemente, el varón entre los 50 y los 65 años en tratamiento androgénico es el gran olvidado de la fractura por fragilidad”.
Por último, la pandemia del Covid-19 ha desplazado a las enfermedades crónicas a un segundo plano para consumir un mayor número de recursos, incluida la osteoporosis. “La herramienta FRAX (por sus siglas en inglés, fracture risk assessment tool), desarrollada por la OMS, sirve para evaluar el riesgo por fractura por fragilidad. Desde la epidemia del Covid-19, el número de visitas a esta herramienta tradicional ha disminuido drásticamente. Esto quiere decir que es un signo indirecto de que se están realizando menos consultas de este paciente crónico de osteoporosis”, ha comentado el Dr. Larraínzar.