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El Dr. Rafael Bengoa ha apostado por un confinamiento domiciliario “más corto, de tres o cuatro semanas“. Asegura que los datos indican que estamos “igual o peor que en marzo“, por lo que habrá que “funcionar igual que en marzo”. Entiende Rafa Bengoa que se podría tener “un verano seminormal“, si el proceso de vacunación “se acelera”. Estas declaraciones han sido realizadas en una entrevista en Onda Vasca, recogida por Europa Press.
Bengoa es exdirector de Sistemas de Salud de la OMS, exasesor de Barack Obama y exconsejero de Sanidad del Gobierno Vasco. Además, ha asegurado que “ya hay más conciencia social de que es necesario hacer, aunque sea de tres o cuatro semanas, un confinamiento domiciliario“. Sin embargo, ha señalado que “donde no parece que existe esa conciencia es a nivel del gobierno“. La decisión es “seguir un poco como se está en lugar de intervenir más fuerte“, afirma.
Para Rafael Bengoa, “ya hay más conciencia social de que es necesario hacer, aunque sea de tres o cuatro semanas, un confinamiento domiciliario”
El experto ha afirmado que las fiestas navideñas han sido “un gran evento supercontagiador y ahora se está sufriendo el impacto de ese momento“. Así, ha advertido de que “no se sabe exactamente cuánto hay de la variante inglesa entre nosotros“. Para él, “probablemente, se esté subestimando cuánto de esa variante hay y como hay más variante inglesa de la que se cree, hay más supercontagiadores“.
“El nivel nacional debería estar preparando la normativa necesaria para que todo el país o las comunidades autónomas que lo quisieran pudieran hacer un confinamiento domiciliario“. Según ha precisado, ese confinamiento corto permitiría “reducir el acto de la incidencia acumulada de todos los indicadores, y eso permitiría tener un proceso de vacunación más efectivo“. Para evitar el confinamiento domiciliario, entiende, se está intentando hacer “algo intermedio” contra un virus que “no tiene intermedio“.
Entiende Bengoa que habrá “un verano seminormal” si la vacunación “se acelera”
Ha explicado que “seguir intentando hacer lo mínimo posible tanto por razones políticas como por razones de salvar la economía está teniendo el efecto contrario”. Para el exconsejero, “la economía se va a ver más afectada si seguimos intentando durante muchos meses hacer lo mínimo posible, en lugar de hacer algo rápido, del alto impacto, como un confinamiento severo de tres o cuatro semanas, y luego ver la luz y empezar a tener impacto después de semana Santa poco a poco con el proceso de vacunación“.
El exasesor de la OMS ha señalado que es el Gobierno central quien se “resiste” a hacer un confinamiento de tres o cuatro semanas. Se ha preguntado “por qué no se le autoriza a las comunidades autónomas que así lo quisieran, cerrando sus fronteras, hacer un confinamiento“, como piden. “Lo lógico es pensar que las comunidades autónomas que así lo quisieran lo puedan hacer“, ha insistido.