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El coste medio por paciente con insuficiencia cardiaca se eleva en España por encima de los 15.300 euros durante un periodo de cinco años. Así consta en el estudio Costes y utilización de atención médica en pacientes con insuficiencia cardíaca en España, elaborado en colaboración con AstraZeneca y publicado en la revista BMC Health Services Research. El trabajo revela que el mayor determinante de la carga económica de la insuficiencia cardiaca son los ingresos hospitalarios. Estos suponen el 75,8% de la factura total, frente a los costes de medicación, que apenas alcanzan el 7%.
Con estos datos, los autores del estudio califican de “sustanciales” los gastos ocasionados por la insuficiencia cardiaca en nuestro país. Por tanto, concluyeron que mejorar su manejo, particularmente mediante el uso de fármacos que disminuyan la hospitalización, puede reducir la carga económica de la enfermedad. También destacan el papel que la identificación temprana de pacientes, la coordinación entre atención primaria y especializada y el tratamiento domiciliario puede tener en la reducción de la factura económica global de la insuficiencia cardiaca en España.
La directora médica y de Asuntos Regulatorios de AstraZeneca, Ana Pérez, ha destacado que el objetivo de la investigación era “incrementar el conocimiento sobre los costes de la insuficiencia cardiaca y sus determinantes en nuestro país para optimizar así el manejo de los pacientes y conseguir una reducción significativa de la carga económica de la enfermedad“.
Dr. Carlos Escobar: “La insuficiencia cardiaca presenta una elevada morbimortalidad”
Por su parte, el Dr. Carlos Escobar, cardiólogo del Hospital Universitario La Paz y primer firmante del artículo, ha recordado que “además de presentar una elevada morbimortalidad, la insuficiencia cardiaca también se asocia con unos costes sanitarios muy elevados”. “El trabajo que hemos publicado muestra cómo la optimización del tratamiento, sobre todo empleando aquellos fármacos que han demostrado reducir las hospitalizaciones por insuficiencia cardiaca, no sólo mejora el pronóstico de nuestros pacientes, disminuyendo las complicaciones, sino que además reduce el coste por paciente asociado a la insuficiencia cardiaca”, señala.
Estas conclusiones se obtuvieron tras realizar un estudio poblacional, observacional y retrospectivo, utilizando bigdata, con datos de pacientes tanto de atención primaria como especializada. Todos ellos mayores de 18 años y pertenecientes a siete comunidades autónomas. Los pacientes recibían atención sanitaria por insuficiencia cardiaca en el periodo comprendido entre 2015 y 2019. Las pacientes objeto de estudio padecían además otras patologías relacionadas como diabetes tipo 2, fibrilación arterial, enfermedad renal crónica, isquemia, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cáncer y episodios previos de infarto.
Se identificaron un total de 17.163 pacientes con insuficiencia cardiaca, en una proporción ligeramente superior de varones que de mujeres, con una edad media de 77,3 años. El coste medio total de la atención sanitaria a la insuficiencia cardiaca en el periodo objeto de estudio, se elevó hasta los 15.373€ por paciente. Se observó una reducción de los costes cardiovasculares de hospitalización y del coste por medicación cardiovascular y diabetes que recibían los pacientes con insuficiencia cardiaca.
La prevalencia de la insuficiencia cardiaca crecerá en los próximos años
10% de prevalencia en mayores de 70 años
El estudio revela asimismo que la prevalencia de la insuficiencia cardiaca en población adulta en nuestro país se estima en el 2% y se eleva hasta superar el 10% por encima de los 70 años de edad. Los autores del trabajo subrayan que algunos estudios previos no poblacionales fijaban una prevalencia mayor, del 5% en población adulta.
Asimismo, vaticinan que la prevalencia de la insuficiencia cardiaca continuará creciendo en los próximos años como resultado del progresivo envejecimiento de la población. Además, de los riesgos asociados como la hipertensión o la diabetes y la mejora en los tratamientos de eventos cardiovasculares agudos.
El trabajo destaca también que, pese a los logros conseguidos en los últimos años, la mortalidad y hospitalizaciones por insuficiencia cardiaca permanecen inaceptablemente altas. De hecho, el metaanálisis Maggic, que citan los autores, recoge datos de 39.372 pacientes con insuficiencia cardiaca de 30 estudios de cohorte. Los resultados mostraban que el 40,2% de los pacientes con insuficiencia cardiaca fallecían a los 2,5 años de seguimiento.
En este contexto, el estudio detalla que la optimización del tratamiento de los pacientes con insuficiencia cardiaca es necesaria no solo para mejorar la calidad de vida, sino también para reducir la morbilidad y la mortalidad. Los autores concluyen destacando su relevancia, ya que la inframedicación se asocia a un mayor uso de los recursos sanitarios, especialmente de las hospitalizaciones.