..Ricardo Mariscal. COM Salud.
Llevamos ya un año de pandemia. Un año desde que oímos hablar por primera vez de un extraño virus que había surgido en una lejana población china. Ese virus es ya conocido en todo el mundo: ha cambiado por completo la forma de relacionarnos y continúa segando las vidas de muchísimas personas en todo el planeta.
La letalidad y elevado contagio del coronavirus pronto se hicieron patentes y, con ello, la necesidad de información por parte de los ciudadanos. Una demanda de información que trajo consigo una auténtica “infodemia” de noticias (y bulos) sobre el Covid-19 y todo lo que tenía relación con el mismo.
El 2020 pasó, pero con él no se fue la pandemia. En 2021 nos encontramos con un escenario diferente en lo que se refiere a la información de salud y la lucha contra los bulos. Nos enfrentamos a nuevos peligros ante la saturación de los ciudadanos: la indiferencia y el escepticismo.
La pandemia trajo una demanda de información, una auténtica “infodemia” de noticias (y bulos) sobre el Covid-19
El caldo de cultivo para los bulos en 2021
Los bulos de salud no se han ido ni mucho menos en el 2021: han evolucionado y, ahora, muchos se centran en atacar las vacunas del Covid-19. Con la pandemia y las dudas de los ciudadanos han empezado a multiplicarse en los últimos meses en las redes sociales grupos de antivacunas y negacionistas. Se dedican a propagar mentiras dañinas contra las vacunas y a atacar a sanitarios e instituciones. Y no se quedan ahí, incluso se atreven a convocar manifestaciones en grandes ciudades en plena tercera ola, en las que tratan de propagar sus consignas sobre imaginarias conspiraciones planetarias para coartar su libertad.
Estos peligrosos grupos, que se comunican principalmente a través de canales de WhatsApp y Telegram, así como en Facebook, se aprovechan de las dudas de la población sobre las nuevas vacunas, pero, también, de la saturación y la indiferencia tras tantos meses de alarma.
Las dudas de los ciudadanos han empezado a multiplicarse en los últimos meses en las redes sociales grupos de antivacunas y negacionistas
El papel de los profesionales sanitarios
En #SaludsinBulos hemos detectado a estos grupos e intentamos luchar contra ellos formando a pacientes y profesionales sanitarios en la identificación y desarticulación de los bulos. Nos preocupa la creciente indiferencia de los ciudadanos ante muchas de las noticias sobre el coronavirus pero, también, la inactividad de algunos profesionales sanitarios en redes sociales.
Muchos sanitarios siguen luchando en primera línea contra la pandemia y están realizando un increíble sacrificio personal que no debemos olvidar. A todos ellos no les podemos pedir más. Pero, a algunos que no están en la lucha diaria, pero tienen conocimientos y experiencia sobre el virus y las vacunas, sí debemos pedirles un mayor compromiso de divulgación. Los antivacunas son muy activos y tienen mucho tiempo libre. Subestimarles es un error. Sus mensajes están llegando a ciudadanos que tienen dudas. Ante su beligerancia los divulgadores sanitarios deben replicar con su experiencia y evidencia científica en redes sociales y por todos los canales que les sea posible. Lograremos antes el objetivo de vacunación perseguido si logramos contrarrestar la influencia de los grupos antivacunas entre gran parte de nuestra población. Nos va mucho en ello.