..Juan Pablo Ramírez.
La implantación de una medicina personalizada de precisión requiere de una transformación digital de nuestro sistema sanitario. Así lo explica en esta entrevista con iSanidad el vicepresidente de la Fundación Instituto Roche, Federico Plaza. Precisamente, la fundación ha presentado recientemente el informe Propuesta de recomendaciones para la transformación digital del sistema sanitario para la incorporación de la Medicina Personalizada de Precisión. El documento identifica aquellas áreas de mejora que permitan llevar a cabo esta transformación digital.
La reforma del Sistema Nacional de Salud pasa por una transformación digital, ¿cómo puede contribuir a beneficiar al médico a este proceso?
Beneficia a todos los agentes del sistema, especialmente al médico y a los pacientes. Es un cambio cultural y muy profundo, pero pensemos, que la transformación digital va a permitir compartir más información. En el ámbito de la salud significa compartir conocimiento, va a permitir trabajar más en modo multidisciplinar y en muchas áreas donde es importante la cooperación entre profesionales, que va a ser más fácil. También va a facilitar que el paciente sea más activo y el médico tendrá más tiempo para atender al paciente.
“La transformación digital no deshumaniza la asistencia sino que podría humanizarla más”
La transformación digital no deshumaniza la asistencia sino que podría humanizarla más. Se podría aprovechar mejor el tiempo en beneficio del paciente e incluso facilitar más el contacto de la relación entre el médico y el paciente.
¿Puede existir una verdadera medicina personalizada de precisión sin esta transformación digital?
La medicina personalizada de precisión es consustancial a la transformación digital. Los hitos que han dado lugar a la eclosión de la medicina de precisión han sido precisamente, por un lado, la revolución digital y, por otro lado, la secuenciación del genoma humano, que es muchísima información que lógicamente hay que utilizar, hay que gestionar y hay que convertir en conocimiento. Y eso ha permitido conocer más de las bases moleculares de las enfermedades, diseñar medicamentos que vayan orientados a esas disfunciones moleculares. Con lo cual, el motor de la medicina de precisión por decirlo de alguna forma, es precisamente la transformación digital. La transformación digital, permite, por ejemplo, interpretar datos de secuenciación genómica, conocer mejor lo que diferencia a un paciente de otro y poder personalizar mejor los tratamientos.
“La transformación digital no deshumaniza la asistencia sino que podría humanizarla más”
Una de las medidas que aparecen en el informe es la creación de una Agencia de Salud Pública. Precisamente, la pandemia ha puesto en evidencia la necesidad de crear una institución de estas características, ¿cuál sería su función para lograr esta transformación digital?
La agencia de salud pública, que la tenemos ahora encima de la mesa, la creación de la misma, al final se sustenta en tener más información, tener datos que han sido muy útiles para gestionar la pandemia y para hacer más eficaz la vigilancia epidemiológica. Y evidentemente la ciencia de los datos es precisamente lo que se desarrolla en una transformación digital eficaz. Por otro lado, podemos ver también que esto va más allá de lo que es puramente la prevención o la asistencia.
“La medicina personalizada de precisión es consustancial a la transformación digital”
Lo tenemos en el plano de la investigación. Cuando secuenciamos por ejemplo las diferentes variantes del virus, estamos gestionando datos masivos para poder diseñar fármacos y vacunas. Incluso ya se está trabajando en tener perfiles genéticos de los pacientes para poder diferenciar anticipadamente los pacientes que van a tener un buen pronóstico de los que no lo van a tener y gestionar la enfermedad de forma distinta. O sea, al final, todo está interconectado.
Uno de los grandes retos es almacenar y gestionar la gran producción de datos de nuestro SNS, ¿cómo podemos abordar este problema?
El sistema ya dispone, ya gestiona muchísimos datos desde hace tiempo. Donde el sistema tiene que dar el paso es precisamente en convertir esa información masiva en información inteligente. Convertir la información en conocimiento. Y para eso necesitamos un lugar donde almacenar los datos, un cauce para que fluyan los datos, que podría ser la historia clínica electrónica, que es donde se recoge toda la información relativa al paciente. Pero luego, esos datos no son inteligentes, hay que enlazar los datos, hay que integrarlos, hay que saber interpretarlos y que luego esos datos sustenten decisiones clínicas.
“Donde el sistema tiene que dar el paso es precisamente en convertir esa información masiva en información inteligente”
¿Van a ser los ordenadores los que tomen las decisiones clínicas? Evidentemente no, al final se va a producir un binomio, una interacción entre el el clínico y la máquina, y entre los dos van a tener conocimientos suficientes para que el clínico tome la decisión definitiva. Pero para eso hace falta que esos datos estén ordenados, estén sistematizados, estén estandarizados y luego sean compartidos e interoperables. Porque los datos al final los tienen que manejar diferentes profesionales. Cada vez es más frecuente, donde el paciente no únicamente depende de su oncólogo, depende de otros profesionales que tienen que trabajar en equipo. La ciencia de los datos facilita ese trabajo en equipo.
En relación a la formación, entendemos que son necesarias algunas adaptaciones para que la transformación digital pueda ser una realidad ¿Cómo se deben formar los profesionales para adaptarlos a nuestro sistema sanitario?Tenemos diferentes vías, porque por un lado ya están emergiendo profesionales especializados en bioinformática o en informática médica en centros asistenciales y de investigación. Evidentemente, hace falta el salto añadido, el salto cualitativo de una formación reglada en función de cómo evoluciona la ciencia de los datos y cómo se aplica en el ámbito de las ciencias de la salud. Por otro lado, los profesionales de bata blanca, por decirlo de alguna forma, también tienen que tener conocimientos en relación con la posibilidad, la potencialidad que tienen los datos.
“El motor de la medicina de precisión por decirlo de alguna forma, es precisamente la transformación digital”
Evidentemente, nunca van a ser expertos en ciencia de datos, pero sí tienen que tener un criterio para poder trabajar directamente con los bioinformáticos y sacar el máximo partido a los datos. Por otro lado, va a haber nuevas profesiones relacionadas con esto, nuevas carreras profesionales relacionadas con la gestión de datos y con la gestión de datos orientada a la salud. También, veremos por ejemplo, formación dual, profesionales de ciencias de la salud que también se forman en el ámbito de la gestión de datos, en el ámbito de la bioinformática. Lo cual, evidentemente es muy positivo para los entornos no únicamente asistencial sino entornos de investigación.
Pensemos que ya se investiga de otra forma utilizando tecnologías como la inteligencia artificial, como el machine learning y evidentemente, los que investigan luego también atienden a pacientes. Con lo cual todo está conectado. Pero hay diferentes vías o caminos para la formación o una formación específica reglada, nuevas titulaciones profesionales o formación híbrida de los profesionales que hayan desempeñado su actividad en el ámbito asistencial y de la investigación y que la podrían complementar.
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