..Juan Pablo Ramírez. Director de iSanidad.
El Sistema Nacional de Salud tiene a día de hoy un problema para retener talento. El año pasado por ejemplo se expidieron 3.559 certificados de idoneidad para trabajar fuera de España. La cifra de médicos emigrantes no es exacta pero un procentaje importante de profesionales se marcho a ejercer la medicina fuera de nuestras fronteras. Las causas son de sobra conocidas: precariedad, retribuciones bajas, dificultades para investigar y falta de competitividad, entre otras. Si ahora empezamos a descuidar a nuestros médicos desde el inicio de su formación, la situación podría empeorar.
El nuevo sistema de elección de plazas MIR vuelve a dejar la sensación de que este Ministerio de Sanidad no es capaz de ver más allá del Paseo del Prado. Colegios profesionales, sindicatos, estudiantes, sociedades científicas… No hay un solo estamento de este sector que no haya pedido al departamento que dirige Carolina Darias que rectifique y regrese al modelo anterior.
Si ahora empezamos a descuidar a nuestros médicos desde el inicio de su formación, el problema de la pérdoda de talento podría empeorar
Es cierto que estamos en plena pandemia y que Sanidad debe garantizar que la elección de plazas se realiza de forma segura. Pero llevar a cabo una modificación de estas características sin contar con los interesados y los especialistas carece de sentido. Especialmente ahora, que la situación epidemiológica no es tan grave como la del año pasado.
El nuevo modelo del Ministerio de Sanidad ha sido tachado de injusto, de poco transparente, que impide elegir plaza con libertad… Los candidatos preparan ya movilizaciones frente a las puertas del Ministerio de Sanidad el próximo 25 de mayo y se plantean incluso recurrir a la justicia.
El Ministerio de Sanidad está a tiempo de establecer otro modelo más justo, que se ajuste a las necesidades de los candidatos y que se pueda realizar con garantías. Pero para esto hace falta capacidad de diálogo, algo que este Ministerio no ha demostrado todavía. No es un mal solo imputable a Darias. Este poco gusto por el diálogo lo hemos visto ya en otros ministros de Sanidad a la hora de abordar otras materias.
