La incorporación de vacunas contra enfermedades inmunoprevenibles obligará a reforzar los presupuestos de salud pública

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..Juan Pablo Ramírez.
Las comunidades autónomas deben reforzar su apuesta por los servicios de salud pública ante la llegada de nuevas vacunas contra enfermedades inmunoprevenibles. Más allá del Covid-19, el sistema se prepara para la incorporación diferentes innovaciones en el calendario de vacunación durante los próximos años. Esta necesidad requiere de incrementos en los presupuestos de salud pública.

“La inversión en los programas de vacunación son menores de lo que deberían si tenemos en cuenta sus beneficios y su eficiencia. Probablemente, habría que ampliarla porque nos va a permitir incorporar nuevos productos, que normalmente suelen resultar más caros. Esto exige que los presupuestos de salud pública tengan que aumentar en un futuro”, explica el Dr. José Antonio Taboada, jefe del Servicio de Control de Enfermedades Transmisibles de la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Xunta de Galicia.

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Dr. José Antonio Taboada

La incorporación de nuevas vacunas “exige que los presupuestos de salud pública tengan que aumentar en un futuro”, explica el Dr. Taboada

En la actualidad el gasto en vacunas en España significa entre el 0,3% y el 0,5% del gasto sanitario global. En concreto, fluctúa entre el 1% y el 1,5% de la factura de productos farmacéuticos en el Sistema Nacional de Salud. Supone un coste bajo si se tiene en cuenta su impacto en la eliminación de enfermedades como la rubeola, la poliomielitis o el sarampión entre otras.

En la actualidad, los servicios de salud de las comunidades autónomas disponen de vacunas para prevenir y reducir la morbimortalidad en más de 30 patologías diferentes. A largo plazo, “el objetivo debe ser asegurar una protección frente a las enfermedades inmunoprevenibles que contemple todas las edades de la vida y se vaya adaptando desde los calendarios vacunales de la edad infantil y/o adolescente y que incluya además la edad adulta y la vejez”, subraya el Dr. Txema Arteagoitia, jefe de Vigilancia y Vacunas Dirección de Salud Pública y Adicciones de Osakidetza.

Antes este escenario de futuras aprobaciones de vacunas, el Dr. Taboada insiste en que los programas de vacunación deben contar con “capacidad de autoevaluación y de mejora”. Esas mejoras pendientes pueden hacer referencia a las presentaciones, a las características y a los antígenos. “Los programas de vacunación tienen que estar siempre abiertos a modificaciones para incorporar esas mejoras”, insiste el Dr. Taboada.

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Dr. Txema Arteagoitia

Dr. Arteagoitia: “El objetivo debe ser asegurar una protección frente a las enfermedades inmunoprevenibles que contemple todas las edades de la vida”

La incorporación de nuevas vacunas permitirá hacer frente a más enfermedades o mejorar la respuesta contra otras patologías en calendario. “Actualmente, solo disponemos de arsenales terapéuticos o vacunas para una parte muy pequeña de los posibles riesgos y este es un problema que la salud pública a nivel global debe afrontar en los próximos años”, destaca el jefe de Vigilancia y Vacunas Dirección de Salud Pública y Adicciones.

Pero el incremento presupuestario de salud pública no debe ceñirse tan solo a la compra de vacunas y a la mejora del calendario. “La pandemia del virus SARS-Cov-2 ha puesto de manifiesto la importancia de contar un buen sistema de salud pública, particularmente en todo lo que implique mejorar la capacidad de respuesta y control, es decir, sistemas de detección rápida (vigilancia epidemiológica), protocolos actualizados de respuesta a escala local y global, mejorando la capacidad de diagnóstico, tratamiento y prevención”, afirma el Dr. Arteagoitia.

Dr. Arteagoitia:  “La pandemia del virus SARS-Cov-2 ha puesto de manifiesto la importancia de contar un buen sistema de Salud Pública”

Desde el nacimiento del calendario de vacunación en España, se había puesto el foco en los niños. La introducción del calendario para todas las etapas de la vida plantea otro reto: identificar y proteger a los grupos de riesgo. “En nuestras sociedades la demografía va cambiando, las personas viven más tiempo, se diagnostica mejor, hay más medicamentos para estos grupos de riesgo… Esas personas tienen muchas veces una situación de mayor gravedad en el caso de que pasen una de estas enfermedades y que además su sistema inmunológico muchas veces responde peor a la vacuna“, destaca el jefe del Servicio de Control de Enfermedades Transmisibles de la Dirección General de Salud Pública.

La Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones tiene en cuenta seis factores bien definidos. “Hay aspectos epidemiológicos y de carga de enfermedad: la enfermedad a prevenir debe ser un problema importante de salud pública desde el punto de vista epidemiológico. La vacuna debe ser segura y efectiva, con un claro balance beneficio-riesgo. No debe interferir de forma importante con el resto del calendario vacunal o los programas de vacunación vigentes en ese momento. Deben considerarse los diferentes aspectos éticos relacionados con la nueva propuesta vacunal. Debe ser coste-efectiva. Debe ser aceptada por los profesionales sanitarios y por la población diana a la que se dirige”, destaca el especialista de País Vasco.

Dr. Taboada: “Los programas de vacunación tienen que estar siempre abiertos a modificaciones para incorporar esas mejoras”

Otro de los retos a los que se enfrentan las comunidades autónomas es la gestión del stock de vacunas para asegurar su suministro. “Las dificultades son muchas dependiendo de los presupuestos lógicamente, de la normativa actual que es muy garantista con los derechos de las personas y que no haya malas praxis. Conlleva también muchas veces dificultades de tiempo de gestión”, subraya el Dr. Taboada.

En la última década se han puesto en marcha medidas para hacer frente a una adquisición más eficiente de las vacunas. En 2011 se iniciaron los Acuerdos Marco a los que podían suscribirse las comunidades. “El objetivo es mejorar las condiciones de adquisición de vacunas por parte de las comunidades autónomas para sus programas de vacunación permitiendo armonizar las condiciones de compra en los diferentes procesos de contratación, conseguir unas condiciones de licitación ventajosas que conllevaran un ahorro substancial de los costes de adquisición y, en ese momento, contribuir a la estabilidad presupuestaria y control de gasto”, expresa el Dr. Arteagoitia. El Dr. Taboada incide en los beneficios que han supuesto: “Es una gestión compleja y además lleva un tiempo largo. Pero sí es cierto que una vez implementado después nos facilita la gestión durante bastante tiempo”.

Más allá del Covid-19, el sistema se prepara para la incorporación diferentes innovaciones en vacunas, lo que requiere un incremento en los presupuestos de salud pública

En 2018, se aprobó la Ley de Contratos del Sector Público aborda todas las áreas de la Administración pero impacta también en la compra de las vacunas. “Pretende mejorar el procedimiento de compras a partir de una simplificación de los trámites, un mejor acceso a las empresas licitadoras y con el propósito de obtener mejores resultados en la relación calidad-precio de las vacunas en este caso. Se mantienen los principios rectores de los anteriores procesos de contratación pública (publicidad, la transparencia, la concurrencia y la igualdad de trato) e incorpora los de integridad y proporcionalidad”, destaca el experto de Osakidetza.

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