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En España, la incidencia de la osteoporosis es mayor que en el conjunto de la Unión Europea. El aumento previsto de la incidencia de las fracturas en España (28,8%) es superior a las predicciones para la media continental, que es del 23,3%. Para concienciar sobre esta enfermedad y con motivo del Día Mundial de la Osteoporosis, que se celebra el 20 de octubre, Grünenthal ha elaborado la infografía ‘Huesos duros de romper’. Este recurso visual y didáctico muestra cómo puede afectar a diferentes colectivos la fragilidad ósea y qué problemas de salud puede llevar aparejados.
La infografía ‘Huesos duros de romper’ muestra como puede afectar a diferentes colectivos la fragilidad ósea y qué problemas de salud puede llevar aparejados
En todo el mundo, las fracturas derivadas de la osteoporosis afectan a 1 de cada 3 mujeres y a 1 de cada 5 hombres de 50 años o más. Este tipo de fracturas son conocidas como “fracturas por fragilidad”. Así, la fractura por fragilidad es uno de los principales causantes de dolor, discapacidad y pérdida de la independencia. Aunque se suele asociar más con las mujeres, dado que ellas sufren una gran pérdida de masa ósea con la menopausia, millones de hombres también la padecen. Es decir, hacia los 70 años la descalcificación es similar en ambos sexos.
La carga de fracturas por fragilidad en España es similar a la de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y supera a la del ictus isquémico. Los pacientes que sufren fracturas por fragilidad dependen de los cuidados de sus familiares y amigos. Además, existen enfermedades comunes asociadas a la pérdida de masa ósea y a las fracturas por fragilidad. Entre estas comorbilidades figuran la enfermedad renal crónica, diabetes, demencia, EPOC, hipogonadismo, enfermedad inflamatoria intestinal (EII), celiaquía, artritis reumatoide, entre otras.
La carga de fracturas por fragilidad en España es similar a la de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Por ello, es muy importante estar atento a las señales de alerta que pueden indicar la existencia de fractura vertebral en personas de más de 50 años. Algunas de estas señales son la espalda encorvada o una pérdida de estatura superior a los 3 cm. Y más importante aún es la prevención, determinada por factores como llevar un estilo de vida saludable. Así como, conocer los factores de riesgo personal, realizar una evaluación periódica de la salud ósea, tomar medicación para fortalecer los huesos y prevenir las caídas.
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