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Investigadoras del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han descubierto dos proteínas esenciales para el metabolismo cardíaco tras el nacimiento que resultan clave en los primeros días de vida. Según explican en un estudio publicado en PLoS Biology, la alteración del metabolismo cardiaco durante esos primeros días produce daños cardíacos irreversibles. Además, provoca una alteración de todo el metabolismo que causa diabetes y la reducción de la capacidad termorreguladora de los animales.
Aún así, las investigadoras muestran que “estos efectos podrían llegar a ser tratados mediante un cambio en la alimentación”, tal y como asegura la Dra. Guadalupe Sabio, directora del grupo de investigación que ha llevado a cabo estos hallazgos. La principal fuente energética del corazón durante el desarrollo embrionario y los primeros días de vida proviene de la glucosa almacenada en forma de glucógeno. Sin embargo, tras el nacimiento, el corazón sufre un periodo de crecimiento acelerado que hace necesario un gran aporte energético. Por tanto, el corazón tiene que ser “mucho más eficiente en la obtención de energía”, explica la Dra. Ayelén Santamans, autora principal del estudio.
Tras el nacimiento, el corazón sufre un periodo de crecimiento acelerado que hace necesario un gran aporte energético
Este trabajo muestra que las proteínas p38γ y p38d se activan en el corazón al poco de nacer. Además, reducen la actividad de la enzima responsable de la producción del glucógeno. Esto desencadena un cambio metabólico en el corazón, que empieza a utilizar ácidos grasos para producir su energía. La alteración del metabolismo cardiaco durante el desarrollo postnatal provoca daños irreversibles cuyas consecuencias se hacen patentes en la etapa adulta: resistencia a la insulina, intolerancia a la glucosa y problemas para mantener la temperatura corporal.
Cambios en la alimentación
El trabajo del CNIC muestra que, si la causa es que el corazón no obtiene la suficiente energía, los daños se puede corregir mediante un cambio en la alimentación. Para demostrarlo, las investigadoras administraron a las madres una dieta rica en grasas. Los resultados mostraron que los recién nacidos no presentaban ni daño cardiaco ni síntomas de diabetes que se observan cuando estas dos proteínas descubiertas no se activan en el momento adecuado del desarrollo.
El trabajo del CNIC muestra que, si la causa es que el corazón no obtiene la suficiente energía, los daños se puede corregir mediante un cambio en la alimentación
Así, por primera vez se explica que el metabolismo del corazón durante la etapa postnatal es clave en la regulación del metabolismo de todo el organismo. De hecho, las autoras señalan que “el aumento gradual de la actividad de p38γ y p38δ está muy bien controlado y su alteración conduce a un déficit energético perjudicial tanto para el corazón como para el metabolismo del resto del cuerpo”.
Por último, explican que estas proteínas podrían estar detrás de algunas de las enfermedades congénitas de origen cardiometabólico cuya causa se desconoce en la actualidad. Además, sugieren que la suplementación alimentaria podría ser un tratamiento válido para tratar este tipo de enfermedades.