Expertos en biomedicina piden un acceso equitativo a la innovación biotecnológica en la práctica clínica

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..Redacción.
Cada vez es mayor la relevancia de la ingeniería biomédica en la práctica clínica hospitalaria y extrahospitalaria. De hecho, la biomedicina aporta cambios sustanciales en la transformación digital de la sanidad. Esto no solo plantea nuevos objetivos, como potenciar la colaboración entre profesionales sanitarios e ingenieros biomédicos; sino que también precisa de una óptima formación y aplicación de principios bioéticos.

Así se destacó en el XIV Seminario de Biomedicina, Ética y Derechos Humanos, organizado por la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el Instituto de Ética Clínica Francisco Vallés y la Fundación ASISA; con la colaboración del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset-Gregorio Marañón; la Fundación Tecnología y Salud, la Sociedad Española de Ingeniería Biomédica; la Fundación 360 para la Autonomía Personal, el Instituto de Salud Pública Andrés Bello y la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.

Es crucial la participación directa del paciente en la toma de decisiones, centrando las acciones de los sistemas sanitarios y sus prestaciones

El ejercicio de la medicina de este siglo está determinado por las nuevas tecnologías y sus aplicaciones, dando lugar a una medicina de precisión, personalizada y preventiva. En este sentido, es crucial la participación directa del paciente en la toma de decisiones, centrando las acciones de los sistemas sanitarios y sus prestaciones. Pero, “la evolución y avances de la medicina y las Ciencias de la Salud están directamente vinculadas no solo con las nuevas tecnologías sino con la nueva tecnociencia. Es decir, una nueva forma de conocer y saber mediante el uso de la instrumentación y las nuevas herramientas tecnológicas de este siglo”, señaló el Dr. Fernando Bandrés, catedrático de Medicina Legal de la UCM y presidente de la Fundación Tecnología y Salud.

Por otro lado, los expertos participantes se plantearon los retos que plantea la ingeniería biomédica y también la capacidad de humanizar la atención sanitaria en el siglo XXI- Para el Dr. Bandrés, se trata de “mirar hacia nuestras sociedades y también hacia los países emergentes; ejercitando no solo la cooperación entre profesionales sino también la solidaridad y la generosidad exigibles en el marco de los derechos humanos”.

Un triple objetivo
El objetivo de esta sesión ha sido triple. Por un lado, se trató de poner de relieve que la biotecnología aporta grandes beneficios, pero también condiciona decisiones futuras. Un segundo objetivo era evidenciar que el futuro de la medicina está marcado por la tecnología y, especialmente, por la inteligencia artificial. Por último, se trató de promover un acceso equitativo y al alcance de todos de los progresos en biotecnología que permitan un bienestar mayor.

El futuro de la medicina está marcado por la tecnología y, especialmente, por la inteligencia artificial. Se trata de promover un acceso equitativo y al alcance de todos de los progresos en biotecnología que permitan un bienestar mayor

Según Sara Bandrés, directora científica del Seminario, “se trata de promover, especialmente entre los más jóvenes, un manejo de la tecnología con responsabilidad,; para el beneficio humano y para el bienestar social, evitando la esclavitud tecnológica”.

Las tecnologías médicas tienen un papel cada vez más importante en la práctica médica, “aportando nuevos métodos de diagnóstico, de terapia, de intervención quirúrgica o de prevención de enfermedades”, aseguró el Dr. Enrique J. Gómez Aguilera, catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y presidente de la Sociedad Española de Ingeniería Biomédica. Además, el experto recordó que “la disciplina científica y profesional que se dedica a estos objetivos es la Ingeniería Biomédica, que aplica los principios de la ciencia y de la ingeniería a la Medicina”.

Gómez Aguilera: “Deberíamos crear espacios de reflexión interdisciplinares sobre aspectos bioéticos asociados al uso de la tecnología en la práctica médica”

Por otro lado, la ingeniería biomédica, desde su papel interdisciplinar y en su aplicación a la práctica médica, puede resultar crucial. De ahí, “la necesidad de definir y ponderar el rol de los nuevos ingenieros biomédicos en la transformación digital de la sanidad. Así como de promover la colaboración entre estudiantes de ingeniería biomédica y de ciencias de la salud; dando también la trascendencia precisa a la bioética en la formación del ingeniero biomédico”, aseguró Gómez Aguilera.

De hecho, insistió en que “deberíamos crear espacios de reflexión interdisciplinares sobre aspectos bioéticos asociados al uso de la tecnología en la práctica médica. Por ejemplo, la autonomía del paciente, el empoderamiento y responsabilidad del paciente en las decisiones sobre su cuidado; la propiedad de los datos, la privacidad y seguridad, el impacto sobre el paciente de algunas tecnologías mHealth o de la inteligencia artificial”.

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