Expertos abogan por mejorar la medición de los gastos del dolor crónico y reforzar la humanización en su abordaje

gastos-del-dolor-crónico

..Redacción.
El dolor crónico tiene un fuerte impacto social y económico. Además, su abordaje implica la necesidad de inversiones económicas considerables desde el sistema sanitario. Sin embargo, cuestiones como la medición de gastos o la evolución de los resultados que esto ofrece, aún no están suficientemente afinados. Estas han sido algunas de las conclusiones que se han extraído en la XX Reunión de Expertos Cátedra Extraordinaria del Dolor ‘Fundación Grünenthal’ de la Universidad de Salamanca. El evento se ha celebrado en la ciudad del Tormes bajo el lema de ‘Economía de la salud y la humanización del dolor crónico’.

La apertura del encuentro ha corrido a cargo del profesor Clemente Muriel, director de la Cátedra Extraordinaria del Dolor Fundación Grünenthal de la Universidad de Salamanca, acompañado de Juan Quintana, director de la Fundación Grünenthal. Durante la cita, un grupo multidisciplinar de expertos ha abordado los aspectos económicos vinculados a la atención de los pacientes con dolor. Asimismo, se ha incidido en cómo el análisis de dichas cuestiones puede contribuir a mejorar la atención de estas personas, dentro de la llamada humanización de la asistencia sanitaria.

La Reunión de Expertos se ha centrado en la relación entre la economía de la salud y la humanización de la asistencia sanitaria del dolor

“Esta reunión tiene un gran interés, porque nos reunimos personas de distintas disciplinas para abordar el asunto del dolor crónico e intercambiar pareceres, bibliografía y sobre todo experiencias”, ha valorado el Dr. Julio Zarco, subgerente del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y presidente de la Fundacion Humans.

El Dr. Zarco ha hablado de 10 áreas a tener en cuenta para mejorar la experiencia del dolor. “En ese decálogo se habla de aspectos como los espacios, los procesos, la lucha contra el estigma del dolor. Así como, todas las áreas que tienen que ver con lo psicosocial o la esfera espiritual del paciente”, ha detallado. Todos estos aspectos tienen interesantes puntos de intersección con la economía de la salud, ya que, más que un gasto, suponen una oportunidad para mejorar la eficiencia del dinero gastado.

En relación con esto, el Dr. Antoni Gilabert, director del Área de Innovación y Partenariado del Consorci de Salut i Social de Catalunya, cree que es muy importante salir del paradigma del gasto y empezar a hablar de inversión. “Los tratamientos son algo más que simples gastos”, ha indicado. Asimismo, ha señalado que que a la hora de hablar de inversión “se necesita mejorar la medición de los resultados en salud”. Es decir, tener un mejor registro y monitorización, “para poder ver cuál es el retorno de esta inversión en recursos públicos”. “Cuando hagamos eso nos daremos cuenta de que tenemos que empezar a invertir incluso antes de que se dé la patología”, ha afirmado.

Los ponentes han incidido en la idea de que un análisis pormenorizado de los gastos se traducirá en una mejor atención a estos pacientes

También sobre los aspectos económicos, la profesora Marina Gordaliza, catedrática de Química Farmacéutica de la Universidad de Salamanca, ha señalado que una de las principales conclusiones de esta reunión de expertos ha sido “la necesidad de disponer de estudios sólidos y robustos sobre los costes que supone el dolor en España, Europa y el mundo”. “Los estudios son muy complicados y muchas veces no podemos llegar a hacer una estimación global de estos costes, pero sería deseable; especialmente es necesario avanzar en el conocimiento sobre el coste social del dolor”, ha incidido la profesora.

En ese mismo sentido, Miguel Ángel Casado, director General y fundador de Pharmacoeconomics & Outcomes Research Iberia (Porib), ha coincidido en la necesidad de realizar estudios para evaluar tanto el impacto social como el económico que tiene el dolor crónico en España. “Los estudios que se han publicado hasta el momento nos dan información inicial sobre esta carga, pero creo que no son lo suficientemente explícitos y creo que podrían ser reforzados para mejorar la toma de decisiones”, ha explicado, para a continuación expresar que sería deseable que esta toma de decisiones tuviese en cuenta no solo el perfil del profesional sanitario, sino también el del paciente y sus cuidadores, en lo que ha denominado “coproducción de la salud”. A juicio de Casado, la extensión de los equipos multidisciplinares para el manejo del dolor puede también mejorar la atención sociosanitaria a estos pacientes.

Esto permitirá valorar el retorno de inversión que supone para el Sistema Sanitario dar respuesta a estos pacientes y diseñar nuevas estrategias de salud pública

En una línea parecida, José Joaquín Mira, profesor de Psicología de la Salud de la Universidad Miguel Hernández de Alicante, ha explicado que se necesitan métodos más efectivos para medir la experiencia del dolor. “En ese sentido, creemos que la inteligencia artificial puede aportarnos alternativas que nos ayudarán en los próximos años”. Según Mira, actualmente hay varios retos que hay que abordar de forma decisiva para ayudar a las personas que sufren dolor. Es decir, elementos centrales para la calidad de la asistencia, como la seguridad, accesibilidad, equidad y coste-utilidad de las intervenciones.

En opinión del Dr. Jesús María Gonçalves, neurocirujano y profesor de Neurocirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca, lo que queda claro tras esta reunión “es la importancia de llevar la gestión clínica al tratamiento del dolor y el peso que debe tener la medicina basada en valor y la evaluación de los resultados”. “Tenemos que tener indicadores que nos permitan valorar adecuadamente los resultados para, manteniendo la calidad, obtener la máxima eficiencia y adecuar los costes”, ha concluido.

Noticias complementarias:

Opinión

Multimedia

Especiales

Atención primaria

Sanidad privada

iSanidadental

Anuario

Accede a iSanidad

Síguenos en