“La terapia intratecal consigue una mayor reducción del dolor oncológico con una dosis 300 veces menor que la oral”

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..Redacción.
El dolor oncológico que sufre más del 65% de los pacientes con cáncer impacta directamente en su calidad de vida, hasta el punto que el dolor y su mal tratamiento se relaciona con estrés emocional y depresión. Para tratarlo, entre otras alternativas a los medicamentos orales, la infusión intratecal que administra el fármaco directamente al líquido cefalorraquídeo, ha demostrado mayor efectividad en la reducción del dolor oncológico, según indica la Dra. Concepción Pérez, jefa de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario La Princesa de Madrid.

El dolor oncológico que sufre más del 65% de los pacientes con cáncer impacta directamente en su calidad de vida y se relaciona con estrés emocional y depresión

“Solo un 2 o 3% del fármaco oral logra llegar a su lugar de acción en el sistema nervioso central. Por ello, para logar el efecto terapéutico deseado pueden ser necesarias dosis muy altas, con sus consiguientes efectos secundarios. Sin embargo, con la terapia intratecal conseguimos una mayor reducción del dolor con una dosis 300 veces menor que la dosis oral”, explica la especialista. El fármaco se inyecta en el espacio que rodea la médula espinal, denominado intratecal. El objetivo es que el medicamento llegue directamente al sistema nervioso central y, por tanto, al centro del dolor.

Actualmente, se estima que cerca de un 30% de sus consultas de urgencia están relacionadas con el dolor provocado por la patología. Junto con el menor riesgo de efectos secundarios, como el cansancio o la confusión que pueden generar los analgésicos orales, la infusión intratecal ha demostrado reducir las visitas de los pacientes con cáncer a urgencias a causa del dolor. De forma paralela, también se ha visto reducido el número de hospitalizaciones necesarias.

Dra. Pérez: “Solo un 2 o 3% del fármaco oral logra llegar a su lugar de acción en el sistema nervioso central. Para logar el efecto terapéutico deseado pueden ser necesarias dosis muy altas, con sus consiguientes efectos secundarios”

Según la Dra. Pérez esta terapia se recomienda para pacientes que “experimentan doloren varios lugares anatómicos: cabeza y cuello, extremidades superiores e inferiores y tronco. Según sus necesidades podemos optar por la implantación completa de un sistema de liberación del fármaco en la zona lumbar para mayor comodidad y mayor control por parte de los profesionales que integramos las unidades del dolor.”

Añade que, para que el paciente pueda acceder a esta terapia es esencial realizar un abordaje multidisciplinar de la patología en el que también esté involucrada la unidad del dolor de cada hospital. En este contexto los oncólogos pueden apoyarse en anestesiólogos y medicos del dolor para incluir el tratamiento del dolor oncológico en el plan terapéutico de los pacientes con cáncer.

Hasta 2015 el 99% de los pacientes con dolor oncológico recibía solo medicación oral

Según datos de Medtronic, hasta 2015 el 99% de los pacientes oncológicos recibían solo medicación oral contra el dolor.  Las cifras de pacientes que sufren dolor oncológico han aumentado en los últimos años. La razón son las mayores tasas de supervivencia que permiten las nuevas terapias. Una mayor supervivencia que va ligada al tratamiento de un dolor crónico a largo plazo. Se estima que, de media, las personas con cáncer pueden sufrir tres episodios de dolor intenso al día. Este dolor es mayor en los casos de cáncer de páncreas, tumores en los huesos y músculos, tumores cerebrales y linfomas.

Diferentes estudios avalan además que, su impacto a nivel emocional y en su estado de ánimo puede generar una menor respuesta al tratamiento y una peor evolución de la enfermedad. A pesar de ello, en la última década los pacientes con enfermedad avanzada, metastásica o terminal no han observado una mejoría en la prevalencia del dolor.

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