..Gema Maldonado.
La pandemia de Covid-19 ha devuelto protagonismo a las vacunas y ha dejado clara la importancia de proteger a las personas más mayores de las enfermedades infecciosas que, en su caso, pueden ser mucho más. Factores directamente ligados al envejecimiento, la inmunosenescencia y la inflamación sistémica hacen que las personas mayores generen peores respuestas inmunólogicas incluso con las vacunas, por lo que se hace necesario adapartarlas a sus necesidades.
La inmunosenescencia y la inflamación sistémica hacen que las personas mayores generen peores respuestas inmunológicas incluso con las vacunas
Es una de las conclusiones de la ponencia impartida por la Dra. María Fernández Prada, especialista del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Vital Álvarez Buylla de Mieres, durante las X Jornadas de Geriatría y Gerontología del Principado de Asturias celebradas el 24 y el 25 de febrero.
“Las personas mayores son las que más necesidad de protección tienen y, al mismo tiempo, en ellos es donda las vacunas peor funcionan. Existe una necesidad de mejorar las vacunas en términos de inversión y de investigación, pero también de estrategias para aplicarlas de forma adecuada“ explicó. El deterioro del sistema inmunitario por el envejecimiento, conocido como inmunosenescencia, se asocia al padecimiento de enfermedades autoinmunes, inflamatorias y cáncer.
Un peor control de procesos inflamatorios, la peor calidad y actividad del sistema inmune, el déficito de vitamina D y la disbiosis intestinal son efectos de la inmunosenescencia en mayores
La Dra. Fernández Prada hizo un breve recorrido por los cuatro principales efectos asociados al fenómeno de la inmunosenescencia. En primer lugar genera “un peor control de procesos inflamatorios”. Se ha visto en el Covid-19, las personas mayores, en general, regulaban peor la inflamación y su respuesta a la conocida tormenta de citoquinas. En segundo lugar, desciende la actividad y calidad del sistema inmune; baja la actividad de neutrófilos, macrófagos, células natural killer y otras células inmunitarias. “Si lo relacionamos con procesos inflamatorios encontramos malas respuestas a la vacunación o respuestas incontroladas hacia la infección natural”.
En tercer lugar destacó el déficit de vitamina D, que afecta “a aspectos capitales” del sistema inmune. Por último, señaló los estudios que hablan de la disbiosis intestinal “y de cómo puede afectar a la respuesta de la vacuna”. Aspectos como la edad, la dieta y los fármacos que se toma “vuelven al intestino permeable y hace que el sistema inmune se estimule constantemente. Esto genera fatiga inmunológica y cambios en la respuesta a las vacunas: déficit en la producción de anticuerpos y un peor trabajo de estos anticuerpos”, explicó la especialista.
Las herramientas para hacer frente a la inmunosenescencia pasa por contar con “una nueva generación de vacunas” como las de alta dosis para personas mayores
Las herramientas para hacer frente a todo este proceso pasan por contar “con una nueva generación de vacunas” capaces de “adaptarse a las características poblacionales”. Ya hay ejemplos de esta adaptación. Es el caso de las vacunas antigripales desarrolladas en los últimos años. La Dra. Fernández Prada enumeró novedades como las vacunas tetravalentes o multivalentes, “que ya son un avance para tener una cobertura mayor”, explicó. Señaló las vacunas de cultivo celular, “otro avance importante”, y las vacunas tetravalentes adyuvadas.
La última de las novedades a lo largo del último año ha sido la vacuna de alta dosis. “En este caso, no tenemos cultivo celular ni adyuvante, sino una dosis mayor de carga antigénica, hasta cuatro veces más”. Los ensayos clínicos con este tipo de vacunas demostraron tener una “eficacia mucho más alta para prevenir hospitalizaciones y eventos adversos graves de la gripe en este grupo de población”. Esta vacuna y sus resultados han llevado a un nuevo consenso entre diferentes sociedades científicas, entre ellas la de gerontología. “Concluyen que es el tipo de vacuna que más beneficio aporta en evitar carga de enfermedad, complicaciones y rendimiento de vacuna”, terminó la especialista.
Dr. Suárez: “La vacuna antigripal reduce el riesgo de complicaciones cardiovasculares que provoca la infección por gripe en mayores”
La gripe y sus riesgos cardiovasculares
Sobre la importancia de la vacuna frente a la gripe en personas mayores para reducir riesgos cardiovasculares, profundizó en su conferencia el Dr. Francisco Suárez García, director médico de la Fundación Hospital de Avilés. “La infección por gripe es un importante factor de riesgo eventos cardiovasculares”, señaló. “La vacuna antigripal reduce ese riesgo de complicaciones cardiovasculares y debe incluirse en nuestro arsenal”.
Según datos del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), en la temporada 2018-19, las mayores tasas de hospitalizaciones por gripes se dieron en los mayores de 65 años, con más del 60% de los ingresos por esta causa. Pero se estima que la vacuna de la gripe previno un 38% de defunciones por gripe. Diferentes estudios observacionales en los últimos diez años, han mostrado la relación entre gripe y enfermedad cardiovascular.
“Hay investigaciones que muestran la correlación entre visitas a urgencias por gripe y el aumento de muertes por problemas cardiovasculares en mayores de 65 años”, explicó el Dr. Suárez. Otros estudios señalan que la incidencia del infarto de miocardio fue seis veces mayor en personas mayores con gripe y que con un aumento de un 5% la actividad gripal, se incrementaron un 24% las hospitalizaciones por insuficiencia cardiaca.
“Hay investigaciones que muestran la correlación entre visitas a urgencias por gripe y el aumento de muertes por problemas cardiovasculares en mayores de 65 años”
Con estos datos se han desarrollado y se están desarrollando ensayos sobre vacunación antigripal y enfermedad cardiovascular. Los datos que se conocen hasta ahora hablan reducción de eventos cardiovasculares en vacunados de entre el 13 y el 28% y de mortalidad de entre el 28 y el 40%. Sin embargo, aún “hay que estudiar más este efecto en personas mayores frágiles, sobre todo en la población de 80 años en adelante”, concluyó el director médico.
Estrategia de vacunación frente al Herpes Zóster
Una de las enfermedades infecciosas a la que más vulnerables son las personas mayores es el Herpes Zóster, cuya estrategia de vacunación están poniendo en marcha las comunidades autónomas para este 2022. Sobre las propuestas para desarrollar esa estrategia en el Principado de Asturias disertó Isamel Huerta González, jefe del Servicio de Vigilancia Epidemiológica en esa comunidad. Según las estimaciones de su equipo, implantar esta vacuna “puede suponer entre un 40 y un 65% del total del coste de todo el programa de vacunación en Asturias”.
Implantar la estrategia de vacunación frente el Herpes Zóster “puede suponer entre un 40 y un 65% del total del coste de todo el programa de vacunación en Asturias”
Tienen previsto comenzar este año con la inmunización de 8.700 personas que forman parte de grupos de riesgo por tener su sistema inmune comprometido. “Supone unas 17.300 dosis, con un coste de 125 euros cada dosis, hablamos de un total de 2,2 millones de euros“. Para 2023 comenzaría la vacunación de las personas mayores.
Pese al esfuerzo económico que supone, Huerta González destacó que contar con una vacuna frente al Herpes Zoster, “de alta eficacia y usable en inmunodeprimidos supone una gran oportunidad para prevenir una parte importante de la carga de esta enfermedad”. Es el caso de la vacuna HZ/su, que ha mostrado eficacia “mucho mayor” que la de virus atenuado ZVL. La toma de decisiones sobre cómo llevar a cabo la estrategia “debe valorar el máximo impacto de prevención a un coste asumible”, concluyó.
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