..Redacción.
La activación de la médula ósea parece jugar un papel clave en el origen y desarrollo de la aterosclerosis, el proceso patológico que subyace en condiciones cardiovasculares como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular. Un estudio realizado por científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y dirigido por los cardiólogos Dr. Valentín Fuster y Dr. Borja Ibáñez sugiere que la médula ósea se activa en respuesta a factores de riesgo cardiovascular conocidos. En el estudio ha sido publicado en European Heart Journal. Así, los investigadores muestran que estos factores de riesgo conducen a un aumento en el número de células inflamatorias circulantes, que desencadenan el inicio y la posterior progresión de la enfermedad aterosclerótica.
La aterosclerosis es un depósito progresivo de grasas y células inflamatorias en la pared arterial, lo que resulta en la formación de placas de ateroma. Después de muchos años de crecimiento y desarrollo silenciosos y sin síntomas, las placas de ateroma pueden erosionarse o romperse, lo que da como resultado un trombo superpuesto que puede desencadenar un infarto agudo de miocardio, un accidente cerebrovascular o una muerte cardíaca súbita.
La aterosclerosis se considera un asesino silencios’ porque se desarrolla silenciosamente durante años antes de producir síntomas
La aterosclerosis es la causa de muerte más frecuente en el mundo. Además, se considera un asesino silencios’ porque se desarrolla silenciosamente durante años antes de producir síntomas. Identificar la aterosclerosis en sus fases iniciales, antes de que aparezcan los síntomas, es un objetivo principal del estudio PESA-CNIC-Santander. Este estudio se puso en marcha en 2010 está liderado por el Dr. Fuster, director General del CNIC y cardiólogo y director Médico del Hospital Mount Sinai de Nueva York.
El nuevo estudio sienta las bases para combatir esta enfermedad atacando las raíces de su desarrollo. Según el Dr. Ibáñez, director de Investigación Clínica del CNIC, cardiólogo del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, “la detección precoz de la aterosclerosis permite conocer los mecanismos que la producen. Así, abre caminos hacia la identificación de nuevos tratamientos capaces de prevenir la progresión de esta enfermedad mortal”.
Según Devesa, los factores de riesgo cardiovascular que activan la médula ósea son los relacionados con el síndrome metabólico
El Dr. Ibáñez explicó que aunque la aterosclerosis se ha investigado durante muchas décadas, los mecanismos que inician la enfermedad siguen sin estar claros. La cardióloga del CNIC y primera autora del estudio, Ana Devesa , explicó que los factores de riesgo cardiovascular que activan la médula ósea son los relacionados con el síndrome metabólico. Es decir, obesidad central, triglicéridos elevados en sangre, colesterol HDL bajo, glucemia elevada, insulina resistencia y presión arterial alta.
Estos factores desencadenan un aumento de la actividad metabólica en la médula sanguínea que se puede detectar con las técnicas de imagen avanzadas disponibles en el CNIC, como la tomografía por emisión de positrones (PET) híbrida-resonancia magnética (RM). “El aumento de la actividad metabólica de la médula ósea desencadena un proceso inflamatorio que activa la aterosclerosis, desde sus etapas más tempranas hasta la aparición de placas establecidas”, dijo el Dr. Devesa.