“El Ángel de Fuego”, de S. Prokefiev, estreno absoluto en el Teatro Real

..Luis H. Serrano.
Con este infrecuente pero difícil título de S. Prokofiev (1891/1953) el Teatro Real continúa su programación habitual de ópera ofreciendo tres obras seguidas que suben por primera vez a su escenario. La primera es el El Ángel de fuego. Se trata de un título en cinco actos y siete escenas basado en la obra homónima del escritor simbolista nacido en Moscú, Valeri Briúsov (1873/1924). El estreno de esta obra fue retrasado en diversos países, pero que llega ahora a España. Se estrenó escénicamente en La Fenice de Venecia el 25 de noviembre de 1954, sin que su autor, debido a su prematuro fallecimiento, pudiera verla. El Teatro Real la presenta con una producción propia realizada en coproducción con la Operahaus de Zurich.

Prokofiev comenzó a preparar El Ángel de fuego en 1926. Su argumento se desarrolla en torno a la relación de un trío perteneciente al turbulento mundo del compositor, una poetisa aficionada a las tradiciones virtuales de la magia y el ocultismo y un segundo poeta. Su acción original transcurre en la Alemania de finales del siglo XVI.

El Ángel de fuego es un producción propia del Teatro Real realizada en coproducción con la Operahaus de Zurich

De su acción se derivan relaciones y conceptos dotados de en una fuerte actualidad, cuya puesta en escena admite toda clase de libertades. Es el caso de la preparada por Calixto Bieito y la escenógrafa Rebecca Rings. Ambos recurren con un discutible acierto a las facilidades que proporcionan los escenarios rodantes, apoyados a la vez por sugestivos vídeos.

La partitura del El Ángel de fuego goza de una densa y novedosa orquestación que recuerda a la significativa “consagración de la primavera” de I. Stravinski. Prokofiev realiza en ella una difícil pero eficaz labor para ensamblar de forma modélica la parte musical con la escénica, donde los protagonistas tienen que desarrollar un duro y variado trabajo, tanto en el aspecto dramático como en el lírico, que favorece que la ópera pueda ser considerada como una obra expresionista al poseer unos claros leitmotivs para cada uno de sus protagonistas. Esta es la novedad y el interés que su presencia tiene en el Teatro Real en la que se alternan dos repartos internacionales de gran calidad.

La partitura del El Ángel de fuego goza de una densa y novedosa orquestación

Este Ángel de fuego se retransmitió en directo por el canal Arte el cinco de abril. Fue grabado para su distribución internacional en una coproducción del Teatro Real con la Elzévir Films, RTVE y dicho canal. Posteriormente dicha grabación formará parte del catálogo habitual de May Opera Player. Para su retransmisión en diferido será grabada también por Radio Clásica.

Puesta en escena
Para ofrecerla con un mínimo de calidad, este título requiere de la presencia de unos intérpretes suficientemente cualificados. Tienen que trabajar al límite de sus posibilidades artísticas, lo mismo que de una orquesta y un coro que, a pesar de su corta presencia escénica, deben estar al mismo nivel. Afortunadamente sí se ha producido en esta ocasión con la intervención del coro y la orquesta titulares del Teatro. Están espléndidamente dirigidos por el valenciano Gustavo Gimeno que ha sabido sacar a flote con auténtico virtuosismo y disciplina los numerosos matices sonoros que la partitura tiene, especialmente en los momentos finales de la obra donde la orquesta muestra su especial relevancia.

Para ofrecerla con un mínimo de calidad, este título requiere de la presencia de unos intérpretes suficientemente cualificados

Los dos repartos han destacado por su buen hacer, sumamente expresivo, tanto en la parte lírica como en la dramática y, de manera especial, sus protagonistas; Ausrine Stundyte y Elena Popovskaya (Renata) así como Leigh Melrose y Dimitris Telíakos (Ruprecht) suficientemente abiertos a la variada expresividad de los numerosos matices que requieren sus nada fáciles personajes. El vestuario de Ingo Krüger, se adaptó con normalidad a la trama de la ópera. Muy acertada también la cuidada iluminación de Franck Evin y el vídeo firmado por Sarah Derendinger.

La labor de las sopranos Ausrine Stundyte y Elena Popovskaya (Renata) la protagonista, debe considerarse como uno de los trabajos más complicados que pueden realizarse en un escenario. Entre otros aspectos, prácticamente no dejan de cantar y actuar durante las dos horas que dura la ópera. Dificultades que, ambas han superado sobradamente.

En la escenografía de Rebeca Ringst se sitúan ciertos detalles que por su singularidad precisan de una mínima aclaración. La idea es que el espectador no se pierda con sus diversos simbolismos, como la presencia casi permanente de la bicicleta en el escenario. Un elemento que pretende recordar la tortura que sufren los protagonistas, así como la alusión a la muerte de uno de ellos, donde la realidad y la fantasía caminan de la mano en todo su recorrido. A pesar de sus particulares dificultades, este El Ángel de fuego es un título que el aficionado, si puede, no debe perderse.

El Teatro Real muestra su apoyo interpretando el himno oficial de Ucrania al inicio de sus sesiones

Cabe resaltar y agradecer también la sensibilidad del Real. Al inicio de cada una de sus diez sesiones oficiales y ensayos, la interpretación en versión orquestal del himno oficial de Ucrania.

Noticias complementarias

Opinión

Multimedia

Especiales

Atención primaria

Sanidad privada

iSanidadental

Anuario

Accede a iSanidad

Síguenos en