La restricción hepática de metionina previene y revierte la obesidad, la resistencia a la insulina y el hígado graso

Investigadores que han hecho el hallazgo sobre la metionina y el hígado graso no alcohólico

..Redacción.
Un estudio colaborativo internacional liderado por el Ciber de Enfermedades Hepáticas y Digestivas y la Universidad del País Vasco UPV/EHU ha descubierto que la restricción hepática del uso de la metionina, un aminoácido que participa en la síntesis de proteínas, previene y revierte la obesidad, la resistencia a insulina y el hígado graso. El hallazgo se acaba de publicar en la revista Nature Communications.

Dra. Aspichueta: “En ratones, la restricción en el uso de metionina en hígado por el silenciamiento del gen Mat1a revierte la obesidad y el hígado graso”

“Hemos encontrado que, en ratones, la restricción en el uso de metionina en hígado, provocado por el silenciamiento del gen metionina adenosiltransferasa 1a (Mat1a), revierte la obesidad, la resistencia a insulina y la esteatosis hepática asociada, en un mecanismo dependiente de la secreción hepática de FGF21, una hormona que reduce los niveles de glucosa y tiene como una de sus funciones principales la activación del metabolismo de la grasa parda“, detalla la Dra. Patricia Aspichueta, coordinadora de este trabajo.

Por tanto, este trabajo ha permitido identificar una nueva forma de activar la grasa parda desde el hígado. En concreto, esta restricción del uso de metionina en hígado a través del silenciamiento del gen Mat1a en modelos de obesidad activa el eje hígado-tejido adiposo marrón. Y lo hace debido al aumento de la secreción de FGF21 por el hepatocito, célula del hígado, en un mecanismo dependiente de la activación del factor de transcripción NRF2. “La hepatoquina FGF21 es bien conocida por los beneficios que aporta en el estado metabólico del organismo, favoreciendo el consumo de lípidos, entre otros”, explica la investigadora.

Este trabajo ha permitido identificar una nueva forma de activar la grasa parda desde el hígado

Los investigadores han realizado experimentos in vivo silenciando la expresión de genes cuyos productos están implicados en termogénesis del tejido adiposo marrón o en la secreción de FGF21. También han llevado a cabo experimentos in vitro, modulando los factores implicados en la mayor secreción de FGF21. Los resultados de estos experimentos “han permitido desvelar este mecanismo implicado en la reversión de la obesidad, la resistencia a la insulina y la esteatosis hepática”, concluye la Dra. Aspichueta.

¿Por qué es importante este hallazgo?
La obesidad es un importante factor de riesgo para patologías como la esteatosis hepática metabólica (EHmet). Una patología también conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico. La pérdida de peso, farmacológica o quirúrgica, es efectiva para la reversión de esta enfermedad, cada vez más prevalente, y otras comorbilidades asociadas. Por tanto, el descubrimiento de mecanismos comunes que controlen estas dos patologías, obesidad y esteatosis, supone un importante desafío.

El descubrimiento de mecanismos comunes que controlen la obesidad y el hígado graso no alcoholico supone un importante desafío

En este camino, y al ser el hígado el centro metabólico del organismo, reprogramar el metabolismo hepático podría aportar beneficios en el estado metabólico corporal. “El hígado es el órgano central en el control metabólico. Genera sustratos para ser utilizados por el resto de tejidos como combustible y consume o almacena aquellos producidos en exceso por otros tejidos” explica la Dra. Aspichueta. “Por tanto, la modulación del metabolismo hepático, podría considerarse reguladora del metabolismo energético del organismo. El descubrimiento de nuevos mecanismos subyacentes podría aportar nuevas dianas terapéuticas.

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