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La notificación de efectos secundarios raros tras la administración de las vacunas del Covid-19 ha llevado a grupos de investigación de Reino Unido y Cataluña a hacer un seguimiento de las personas vacunadas a uno y otro lado del Canal de la Mancha en un estudio que ha implicado el estudio de las historias médicas de casi 23 millones de personas, cuyos resultados muestran que no hay relación entre la vacunación del Covid-19 y la aparición de trastornos neurológicos autoinmunes, como la parálisis de Bell, encefalomielitis y síndrome de Guillain-Barré. Los resultados de la investigación se han publicado en The British Medical Journal (The BMJ).
Estudiaron las historias clínicas de 8,3 millones de personas vacunadas, más de 700.000 sin vacunar que pasaron el Covid-19 y 14,3 millones de la población general
El estudio lo ha llevado a cabo un equipo liderado por Daniel Prieto-Alhambra, profesor en la Unversidad de Oxford. Contó con investigadores de este centro, de la Fundación Instituto Universitario para la investigación en la Atención Primaria de Salud Jordi Gol i Gurina, la Universidad Autónoma de Barcelona, el Hospital Clínic y la Universidad de Barcelona. Los investigadores han analizado dos grandes bases de datos con historias clínicas electrónicas de atención primaria del Reino Unido y Cataluña.
“El análisis incluye a 8,3 millones de personas que han recibido al menos una dosis de las vacunas contra el Covid-19 de Oxford-AstraZeneca, Pfizer-BioNTech, Moderna o Janssen, 735.870 pacientes no vacunados que han pasado la enfermedad y 14,3 millones de personas de la población general”, explica la Dra. Martínez-Hernández, investigadora del Hospital Clínic-IDIBAPS, experta en enfermedades neurológicas en las que el sistema inmunitario altera la estructura y funcionamiento del sistema nervioso central.
El número de personas que desarrolló parálisis de Bell, encefalomielitis y síndrome de Guillain-Barré después de recibir las vacunas Covid-19 fue similar a la incidencia de la población general
“En estos grupos de población, hemos estudiado cuatro trastornos neurológicos: la parálisis facial periférica, conocida como parálisis de Bell, la encefalomielitis, la mielitis transversa y el síndrome de Guillain-Barré y su aparición durante los 21 días siguientes a la administración de la primera dosis de la vacuna o a lo largo de los 90 días posteriores al test positivo por infección del SARS-CoV-2. Además, hemos utilizado el número de casos nuevos diagnosticados en la población general entre 2017 y 2019 como referencia basal”, añade la investigadora.
De acuerdo con los resultados, el número de personas que desarrolló parálisis de Bell, encefalomielitis y síndrome de Guillain-Barré después de recibir la vacuna fue similar a la incidencia de la población general. Es decir, los investigadores no observaron relación alguna entre la vacunación y la aparición de estos trastornos. En cambio, los casos sí aumentaron más de lo esperado en personas no vacunadas, infectadas por el virus.
Los casos de estos trastornos sí aumentaron más de lo esperado en personas no vacunadas, infectadas por el SARS-CoV-2
“Esto parece indicar que la infección del SARS-CoV-2 puede incrementar el riesgo de desarrollar trastornos neurológicos autoinmunitarios“, apunta la Dra. Martínez-Hernández, “lo que supone un argumento a favor de la vacunación, puesto que las evidencias señalan que las vacunas son seguras”. La relación entre las vacunas y la mielitis transversa no pudo determinarse. La razón es que el número de casos fue inferior a cinco en todos los grupos vacunados. Esto imposibilitó un análisis concluyente.
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