Separ actualiza la guía de epoc con una clasificación de fenotipos en la que se incluye la eosinofilia como marcador

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..Redacción.
La Guía Española de la epoc (Gesepoc) se ha actualizado para incluir, entre otras noviedades, una nueva clasificación de los fenotipos de los pacientes de alto riesgo, a la que se ha incorporado la eosinofilia como un marcador para decidir el mejor tratamiento farmacológico. Así lo ha anunciado la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), cuya revista científica, Archivos de Bronconeumología, ha publicado el primer capítulo de la guía, dedicado al tratamiento farmacológico de la epoc estable.

Archivos de Bronconeumología ha publicado el primer capítulo de la actualización de la guía dedicado al tratamiento farmacológico de la epoc estable

Gesepoc se publicó por primera vez en 2012 y se actualizó por última vez en 2017. Este año 2022 se publica la guía completa Gesespoc 2021 desglosada en cuatro artículos: la guía para el tratamiento farmacológico de la epoc estable, recién publicado; la guía para el tratamiento no farmacológico; un tercer artículo sobre comorbilidades, automanejo y cuidados paliativos y, finalmente, la guía sobre diagnóstico y tratamiento del síndrome de agudización.

El primer artículo publicado aborda el tratamiento farmacológico de la fase estable de la epoc con una evaluación del paciente en cuatro pasos. En primer lugar, el diagnóstico de la epoc y medidas generales. Le sigue la estratificación del riesgo y, a continuación, la selección del tratamiento inhalado según los síntomas y el fenotipo clínico. Por último, trata la identificación y el abordaje de los rasgos tratables.

La principal aportación de la nueva guía en el tratamiento de la enfermedad en su fase estable se encuentra en la clasificación de riesgo de la epoc

La principal aportación de la nueva guía en el tratamiento de la enfermedad en su fase estable se encuentra en la clasificación de riesgo de la epoc. Aunque está tomada de la versión anterior, incorpora modificaciones, al igual que la clasificación de los fenotipos. Así, los pacientes de bajo riesgo no se clasifican en distintos fenotipos, sus tratamiento se basa en una terapia sencilla, los broncodilatadores, con los que se suele conseguir un buen control de la enfermedad. Pero el caso de los pacientes de alto riesgo es distinto; suelen necesitar una terapia de mayor intensidad y tienen más riesgo de sufrir complicaciones.

En la edición anterior de la guía, los fenotipos de alto riesgo de epoc eran enfisema,
bronquitis crónica y solapamiento del asma con la epoc (ACO). Ahora, se han
modificado porque, en la práctica clínica, el enfisema y la bronquitis crónica no difieren
en cuanto al tratamiento de primera línea. Por su parte, el ACO desaparece de la guía
y el asma pasa a considerarse como una comorbilidad más de la epoc. Se une así a otras comorbilidades como la apnea del sueño y las bronquiectasias.

Los fenotipos de alto riesgo de epoc se han modificado, el ACO desaparece y el asma se considera una comorbilidad más de la epoc

En la nueva guía el alto riesgo se divide en dos tipos. Por un lado, los pacientes que no sufren exacerbaciones o agudizaciones, pero que son de alto riesgo por su función pulmonar o por sus síntomas. Por otro, los pacientes que sí tienen agudizaciones, dentro de los cuales se dividen dos tipos, eosinofílicos y no eosinofílicos, dependiendo de la concentración de eosinófilos en sangre. Así, “la elección de un tratamiento u otro se basa en las características clínicas del paciente, es decir, en su fenotipo y en su gravedad”, explica el Dr. Marc Miravitlles, primer firmante del artículo.

“Los pacientes con agudizaciones y eosinofílicos reciben broncodilatadores de larga duración y corticoides inhalados, mientras que los pacientes con agudizaciones y sin eosinofilia solo reciben inicialmente broncodilatadores de larga duración”, precisa el Dr. Miravitlles respecto al tratamiento.

Los pacientes de alto riesgo con aguidzaciones se dividen en dos tipos: eosinofílicos y no eosinofílicos en la nueva guía de epoc

Junto a la clasificación en fenotipos de los pacientes más graves, la guía Gesepoc también especifica que se deben identificar los rasgos tratables. Así, en el caso de los pacientes que tienen déficit de alfa-1-antitripsina se administra un tratamiento específico, al igual que sucede con los que presentan bronquiectasias, una infección bronquial crónica, un enfisema grave o hipoxemia.

Separ señala que los cambios introducidos en la guía responden a la nueva evidencia científica acumulada durante estos años. “Afortunadamente cada vez reunimos más evidencia al respecto al tratamiento de la epoc y podemos acercar más las recomendaciones de la guía a la realidad asistencial, con lo que lograremos una mayor implantación”, destaca el Dr. Miravitlles.

La actualización de la guía también especifica que se deben identificar los rasgos tratables de la epoc

Se calcula que el infradiagnóstico de la epoc es del 75% y se diagnostica tarde. La pademia ha dificultado este diagnóstico por las dificultades para acceder a la atención primaria. La guía también es una herramienta para los médicos de este nivel asistencial, ya que la actualización ha adoptado una herramienta de control “para dar una pista al médico, sobre todo a aquellos no especializados en la epoc, para que puedan conocer la evolución de sus pacientes y decidir aumentar o reducir la intensidad del tratamiento”, apostilla el Dr. Miravitlles.

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