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Una organización sanitaria se mueve en un mercado altamente competitivo, así, está obligada a reflexionar sobre la forma de diseñar su gestión estratégica. Su entono es cambiante a altas velocidades y se le exige respuestas de alto nivel. Tiene que cambiar paradigmas sobre la forma de abordar y enfrentarse a las variables que les afectan en sus resultados. “En el caso de la organización sanitaria, debemos aportar respuestas de alto nivel en el sentido de la calidad y la eficiencia, siendo el Cuadro de Mando Integral una importante herramienta y uno de los puntos estratégicos en gestión sanitaria y, al mismo tiempo, un medio para lograr aportar valor a través de ésta”, explica José Soto Bonel, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa).
Alfonso López Viñegla es profesor titular de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Zaragoza. Para él, “el Cuadro de Mando Integral aporta poder gestionar de forma óptima los intangibles de una organización para obtener resultados tangibles”. El Cuadro de Mando Integral ha sido el eje de un seminario del Observatorio Sedisa sobre la gestión basada en valor. López Viñegla ha destacado que los intangibles “más importantes son la estrategia, la reputación, los valores, la cultura organizacional, las alianzas estratégicas y las personas”. Los intangibles requieren una implantación estratégica. Las barreras más relevantes son el desconocimiento de la estrategia de la organización por los empleados, la desmotivación y la falta de dirección por objetivos.
Los intangibles “más importantes son la estrategia, la reputación, los valores, la cultura organizacional, las alianzas estratégicas y las personas”
El Cuadro de Mando Integral o Balanced Scorecard (BSC) es un método orientado a la gestión estratégica de la organización. Tiene un equilibrio entre fines financieros y no financieros. Su principal objetivo es facilitar que los lideres y equipos trabajen pensando a largo plazo. Tienen que actuar concretando acciones o proyectos que garanticen un crecimiento sólido a las empresas. Sus elementos básicos son la misión, la visión, los valores, los objetivos estratégicos, los indicadores o KPIs, las metas y las iniciativas estratégicas. En cuanto a la gestión estratégica de una organización sanitaria, López Viñegla apunta tres pilares: los objetivos estratégicos, las iniciativas, los indicadores y su seguimiento.
Para que sea efectivo y eficiente, el Cuadro de Mando Integral debe ser trabajado en consenso y como herramienta de comunicación dentro de la organización
“Para que sea efectivo y eficiente, el Cuadro de Mando Integral debe ser trabajado en consenso y como herramienta de comunicación dentro de la organización dentro de sus cuatro perspectivas estratégicas: crecimiento y desarrollo (infraestructura-recursos), procesos internos, clientes y finanzas”, hace hincapié López Viñegla. El Cuadro de Mando Integral requiere de un trabajo en equipo basado en un modelo de colaboración. “Con un trabajo coordinado, sincronizado, de decisiones compartidas, en el que se compartan estrategia, objetivos y visión y misión, y en el que exista una correcta asignación de responsabilidades, basada en habilidades contrastadas y diferentes”, explica López Viñegla. “Esto aporta eficacia más eficiencia”.
