..Luis de Haro. Director general de iSanidad.
La cultura sanitaria actual es que el paciente acuda al médico cuando tiene un problema. ¿No sería mejor que el médico contactara con el paciente diciéndole que se va a encontrar mal? Eso sí es un avance, sería auténtica inteligencia artificial y a eso deberíamos tender. Mejorar la interoperabilidad o la continuidad asistencial no es más que utilizar una mejor leña para el fuego, pero sigue siendo la edad del fuego.
La revolución vendrá cuando tengamos dispositivos que monitoricen al pacientes y, en tiempo real, vean y analicen sus constantes. El cambio tiene que venir por una tecnología infalible y por una apertura en el uso de los datos. ¿Qué es mejor, saber que a tu paciente le ha dado un infarto o que en 20 minutos le va a dar un infarto? Siempre será mejor contactar con el paciente porque los datos dicen que va a pasar algo. Esto no es eliminar la actividad del médico, es facilitársela. Con más herramientas y más conocimiento será más fácil acertar en el tratamiento.
¿Qué es mejor, saber que a tu paciente le ha dado un infarto o contactar con él sabiendo que en 20 minutos le va a dar un infarto?
Recientemente Marc Vidal ha recordado la experiencia de Ayako Yamashita en una presentación de resultados de Fundación IDIS. Esta paciente fue diagnosticada con leucemia mieloide en enero de 2015, y ningún tratamiento estándar daba resultado. Su médico, el Dr. Saturo Miyano acudió a una evolución del sistema IBM Watson como alternativa. El sistema revisó 20 millones de estudios y comparó el historial de la mujer con casos previos. Se diseñó un tratamiento personalizado a partir del estudio y Ayako Yamashita se convirtió en la primera paciente curada con inteligencia artificial. El médico aseguró estar encantado porque desde ese momento iba a tener más éxito con el resto de sus pacientes. No tuvo miedo de perder su trabajo.
La revolución es tener mejores resultados con herramientas distintas, mejorar las herramientas es evolución, no revolución. La medicina reclama una revolución porque hay que contactar con el paciente cuando se vaya a encontrar mal, ya no es suficiente con curarle.