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El glioma intrínseco difuso de tronco es agresivo y su pronóstico sigue siendo malo: la mitad de los niños diagnosticados con este tipo de tumor cerebral fallece al año. Es un tumor poco frecuente y las investigaciones no abundan. Pero, por primera vez, un grupo de investigadores ha tratado este cáncer cerebral con un virus oncolítico, concretamente un adenovirus que causa cuadros catarrales, y sus resultados ofrecen una dosis de esperanza.
Han visto que el procedimiento es realizable y es seguro. Y han logrado aumentar en unos meses la supervivencia de un pequeño grupo de niños afectados. En una mediana de seguimiento de casi 18 meses, el tumor se redujo en nueve pacientes. Tres tuvieron una respuesta parcial y en ocho, la enfermedad se había estabilizado. La mediana de supervivencia fue de 17,8 meses. Mientras los autores preparaban en artículo para su publicación, dos pacientes estaban vivos, uno de ellos estaba libre de progresión tumoral a los 38 meses.
Por primera vez, han tratado este tumor cerebral con un virus oncolítico, concretamente un adenovirus que causa cuadros catarrales
El desarrollo de la terapia y del ensayo de fase I es obra de científicos e investigadores de la Clínica Universidad de Navarra y el Cima junto con investigadores del MD Anderson Cancer Center de Houston. Es netamente académico y no ha contado con apoyo de la industria. Sus resultados se han publicado en la revista New England Journal of Medicine, que también dedica un editorial a este trabajo, en el que destacan el carácter novedoso del tratamiento con virus oncolíticos para este tipo de tumores y subraya la importancia de que se haya llevado a cabo un estudio pequeño y con una población bien seleccionada.
Hasta ahora, el único tratamiento disponible era la radioterapia, ya que, por si situación no se puede extirpar. Este tumor “infiltra el tronco cerebral y por tanto afecta a estructuras vitales del sistema nervioso central provocando manifestaciones neurológicas graves. Se trata de un tumor agresivo, con un pronóstico todavía sombrío”, explica el Dr. Jaime Gállego, especialista del Departamento de Neurología de la Clínica Universidad de Navarra y coordinador de su Área de Tumores Cerebrales.
El adenovirus se modificó genéticamente para que solo pueda infectar, replicarse y matar selectivamente a las células tumorales y, además, potencia la acción del sistema inmune del paciente frente al tumor cerebral
El adenovirus empleado, denominado DNX-2401, ha sido modificado genéticamente para que solo pueda infectar, replicarse y matar selectivamente a las células tumorales. Además de ese efecto directo sobre las células tumorales, este adenovirus ejerce otro efecto antitumoral adicional potenciando la acción del propio sistema inmune del paciente frente al tumor. En este estudio los autores han podido “analizar el tumor y su microambiente antes del tratamiento, y comprobar los cambios producidos y la respuesta inmune antitumoral desencadenada tras la administración del virus”, expone la Dra. Marta Alonso, directora del Laboratorio de Terapias Avanzadas para Tumores Sólidos Pediátricos del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra.
El ensayo ha inyectado en el tumor el adenovirus desarrollado en el laboratorio de los Dres. Juan Fueyo y Candelaria Gómez-Manzano, del MD Anderson Cancer Center de Houston. La intervención se realizó en doce pacientes pediátricos con diagnóstico reciente de glioma intrínseco difuso de tronco, provenientes de España y de otros países europeos. “En la misma intervención realizamos primero una biopsia del tumor y, a continuación, inyectamos el virus en su interior”, explica la Dra. Sonia Tejada, especialista en Neurocirugía responsable del procedimiento quirúrgico.
“En la misma intervención realizamos primero una biopsia del tumor y, a continuación, inyectamos el virus en su interior”
“Hasta hace poco tiempo, estos tumores localizados en el tronco cerebral no se biopsiaban ni analizaban por el riesgo de secuelas neurológicas derivadas de la propia biopsia. Este ensayo no solo ha permitido obtener muestras de los tumores y caracterizarlos molecularmente, sino que ha demostrado que la inyección intratumoral de un virus oncolítico en estos tumores del tronco cerebral es realizable y se abre como una nueva vía de tratamiento”, explican los Dres. Gállego y Tejada.
Los resultados del ensayo demuestran que el procedimiento es posible y seguro, es decir, apenas ha generado toxicidad y los efectos adversos observados son en su mayoría leves y tolerables. “A los pocos días de la operación los pacientes recibieron el alta del hospital y procedieron a tratarse con radioterapia en sus respectivos centros”, señala la Dra. Marta Alonso.
“La mayoría de los pacientes han tenido una supervivencia mayor de la esperada, un resultado esperanzador que anima a seguir explorando esta alternativa terapéutica”
Se trata de un ensayo de fase I, por tanto son pocos los niños incluidos, motivo por el que los investigadores se muestran prudentes. “No podemos extraer conclusiones sólidas sobre la eficacia del tratamiento”, admite la Dra. Alonso, “aunque es cierto que la mayoría de los pacientes han tenido una supervivencia mayor de la esperada, un resultado esperanzador que anima a seguir explorando esta alternativa terapéutica”, añade. “Este caso muestra la importancia de los ensayos clínicos y el valor de alumbrar nuevas vías de tratamiento para aquellas enfermedades graves que no tienen cura todavía”, apunta el Dr. Gállego.
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