..Gema Maldonado.
El cáncer y su tratamiento son factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares que puede adelantar en 10 años o más la edad en la que aparece alguna de estas patologías en personas que tuvieron alguna neoplasia maligna en la infancia. La investigación en cardio-oncología, una especialidad muy nueva, espera encontrar biomarcadores con los que identificar a los pacientes de cáncer con mayor posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares, en las que influyen la toxicidad de tratamientos como la quimioterapia.
En este objetivo se encuentra inmerso el Dr. José Luis López-Sendón, director científico del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario La Paz de Madrid (IdiPAZ) y responsable del registro CardioTox, que cuenta con más de 1.000 pacientes de diferentes hospitales.
El equipo multidisciplinar de cardio-oncología de su hospital echó a andar en 2012, el mismo año que el registro para estudiar la cardiotoxicidad de los tratamientos oncológicos. Cada año atiende a más de 1.500 pacientes con cáncer y problemas cardiovasculares. En conversación con iSanidad, el Dr. López-Sendón, explica qué puede suponer el cáncer en estos pacientes, aunque lanza un mensaje tranquilizador: “Los pacientes que deben suprimir la quimioterapia por problemas cardiológicos son muy pocos, pero hay que identificarlos cuanto antes”.
¿Por qué vieron que era necesario contar con el registro CardioToX?
Un registro es el punto de partida siempre en cualquier estudio, ya la investigación siempre tiene que responder a un problema práctico que se plantea. El cáncer se relaciona con problemas cardiológicos por sí mismo y por las medicaciones que se emplean. Pero vimos que no teníamos organización sobre el seguimiento de los pacientes de cáncer desde el punto de vista cardiológico; había oncólogos que nos mandaban al enfermo cada tres meses y otros que no los mandaban nunca o que, cuando lo hacían, ya era demasiado tarde.
“Los tipos de cáncer que más nos interesa vigilar son los que reciben tratamientos de radioterapia y, sobre todo, quimioterapia”
Así que nos reunimos todos los profesionales relacionados con el cáncer y la cardiología: oncólogos, hematooncólogos, oncólogos radioterápicos y cardiólogos para hacer un protocolo. Pero nos dimos cuenta de que en aquel momento no había ninguna información al respecto, ni guías clínicas ni estudios que aconsejasen hacer el seguimiento de los pacientes de una manera determinada. Ese fue el punto de partida para hacer un registro y averiguar cuáles tenían que ser las pautas para seguir a estos enfermos desde la cardiología.
¿Cuántos pacientes tienen registrados hasta ahora?
El registro tiene más de 1.000 pacientes. Pero hay que tener en cuenta que en un hospital como La Paz el número de diagnósticos de cáncer al año supera los 1.000. Hay muchos tipos de cáncer pero los que más nos interesa vigilar desde el punto de vista cardiológico son los que reciben tratamientos oncológicos que pueden tener relación con algún problema cardiovascular. Y esos tratamientos son la radioterapia y, sobre todo, la quimioterapia.
¿Qué relación tienen el cáncer, estos tratamientos y la enfermedad cardiovascular?
El tratamiento del cáncer ha cambiado muchísimo en los últimos años y si se diagnostican a tiempo, la mayor parte de los cánceres se convierten en enfermedades crónicas que requieren tener unos cuidados. Tenerle miedo a la quimioterapia o a la radioterapia es un contrasentido porque son tratamientos muy efectivos para prolongar la vida del enfermo y que pueda hacer vida normal.
“Tenerle miedo a la quimioterapia o a la radioterapia es un contrasentido porque son tratamientos muy efectivos para prolongar la vida del enfermo”
La proporción de los tratamientos quimioterápicos que pueden tener un impacto en la salud cardiovascular no es tan importante. Hemos aprendido que hay problemas cardiovasculares relacionados con la quimioterapia que no son un condicionante para que se suspenda el tratamiento del cáncer. De hecho, el número de pacientes que realmente puede tener problemas cardiológicos y que deben de suprimir la quimioterapia es muy bajo. Pero hay que identificarlos cuanto antes.
El cáncer muchas veces se asocia con el aumento de riesgo cardiovascular; hay muchos pacientes que tienen hipertensión o que tienen el colesterol alto u otros problemas de ese tipo. Estos problemas se pueden identificar de una forma muy sencilla y hay que corregirlos con el mismo empeño que en enfermos que no tienen cáncer. Muchas veces es como si el cáncer lo acaparara todo y se le perdona al paciente que no haga actividad física, en caso de que pueda hacerla, se le permite comer lo que quiera porque bastante tiene con el cáncer o la tensión arterial pasa a un segundo plano. Pero el cáncer y los medicamentos del cáncer son un aumento de los factores de riesgo cardiovasculares que deben controlarse.
“El número de pacientes de cáncer que realmente puede tener problemas cardiológicos y deben de suprimir la quimioterapia es muy bajo. Pero hay que identificarlos cuanto antes”
¿Hay un cálculo sobre cuántos años pueden adelantarse los problemas cardiovasculares en un paciente que se ha sometido a un tratamiento de cáncer?
Podemos hablar de dos fases o dos momentos. Uno es durante el tratamiento de quimioterapia, que pueden ser dos meses. En esos momentos el riesgo de tener problemas cardiológicos es de entre el 2% y el 3%, por eso hay que vigilarlo. Haber tenido cáncer es un factor de riesgo más para padecer problemas cardiovasculares, como lo es la hipertensión, el colesterol o la ausencia de ejercicio físico.
Donde más experiencia de seguimiento a largo plazo hay es en niños que han tenido cáncer. Estos niños pueden tener enfermedad cardiovascular cinco o 10 años antes, o incluso más, que la población general. Pero ocurre lo mismo con personas que, por ejemplo, no hacen ejercicio físico, suelen tener enfermedad cardiovascular muchos años antes que quienes sí lo hacen. Ocurre lo mismo con el resto de factores de riesgo. El cáncer, como un factor de riesgo cardiovascular más, exige los mismos controles que tiene la hipertensión o el colesterol.
“Los niños que han tenido cáncer pueden tener enfermedad cardiovascular cinco o 10 años antes, o incluso más, que la población general”
¿Puede aumentar el riesgo de eventos cardiovasculares como el ictus o el infarto?
El cáncer en sí mismo se relaciona con más enfermedades cardiovasculares. Las más frecuentes, seguramente por la quimioterapia y por el cáncer en sí, son la insuficiencia cardiaca, arritmias, embolias pulmonares, trombosis periféricas y un mayor número de infartos. Lo que más nos preocupa es la insuficiencia cardica, esa falta de capacidad del corazón para hacer su función, cuyo riesgo es entre el 2% y el 3% en los pacientes de cáncer que reciben quimioterapia.
También nos preocupan esos factores de riesgo a los que me he referido antes que no están controlados por la dejadez del médico que está más pendiente del cáncer, por el propio paciente, que se abandona un poco o por la propia medicación del cáncer, que aumenta el colesterol o la tensión arterial. En cualquier caso son problemas fáciles de identificar para poner los tratamientos adecuados.
“Los problemas cardiovasculares más frecuentes que se relacionan con el cáncer son la insuficiencia cardiaca, arritmias, embolias pulmonares, trombosis periféricas y un mayor número de infartos”
¿Qué han aprendido a partir del análisis de los datos del registro CardioToX?
Lo que hemos aprendido es que la mayor dificultad está en organizar y coordinar un grupo tan diverso de profesionales de todas las especialidades de oncología, de cardiólogos, personal de farmacia, enfermería, etc. Hay que hacer un equipo multidisciplinario con protocolos de seguimiento que se adapten a las características del hospital.
No en todos los hospitales se puede tener un equipo dedicado a tiempo completo a atender los problemas cardiacos del cáncer. Esto se puede hacer un hospital que tenga programas de investigación en cardio-oncología y recursos dedicados a atender a los enfermos de una forma individualizada.
“Hay que hacer un equipo multidisciplinario con protocolos de seguimiento que se adapten a las características del hospital”
El resto de hospitales necesita protocolos sencillos, sobre todo en estos momentos, en los que la cardio-oncología es una especialidad naciente. Esos hospitales requieren protocolos muy comunes para todos los tipos de cáncer que tengan quimioterapias. Protocolos para empezar caminando por lo importante y lo fácil para después avanzar, si hay recursos, a protocolos más complejos.
¿Están desarrollando investigaciones o estudios a raíz del registro?
En el registro CardioToX participan varios hospitales españoles y todavía no está cerrado. Estamos entrando en una segunda fase en la que ver el valor de biomarcadores y de la determinación genética. Con ello queremos ver si podemos anticipar qué enfermos son mucho más propensos a tener problemas cardiovasculares, sobre todo, insuficiencia cardiaca.
“Queremos poder anticipar qué enfermos de cáncer son mucho más propensos a tener problemas cardiovasculares, sobre todo, insuficiencia cardiaca”
Si se logra identificar algún biomarcador mediante determina genética, podríamos identificar cuáles son los enfermos que tienen más posibilidades de tener problemas cardiovasculares y adaptar el seguimiento a sus necesidades. En este objetivo estamos colaborando con un grupo multicéntrico y multidisciplinario para avanzar en los mecanismos que hay en la asociación entre cáncer, tratamiento oncológico y problemas cardiovasculares. El registro ha sido el alma práctica del estudio y estamos involucrados con contactos en el extranjero, en Europa y en Estados Unidos, con los que también existe una colaboración.
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