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Para 2030, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha propuesto erradicar de 100 países al menos una de entre las 20 enfermedades tropicales desatendidas (ETD) que aún siguen activas. ¿Podría ser la ceguera de los ríos candidata a ser eliminada? Esta enfermedad parasitaria, también llamada oncocercosis y considerada una de las principales causas prevenible de ceguera en el mundo, sigue afectando a 18 millones de personas, según estimaciones de la OMS; de las cuales cerca de 270.000 terminaron perdiendo la visión, su consecuencia más grave.
La ceguera de los ríos u oncocercosis es una de las principales causas prevenibles de ceguera en el mundo
Las enfermedades tropicales desatendidas afectan a más 1.700 millones de personas en el mundo, mayoritariamente en los países más pobres, según datos de 2021 de Médicos Sin Fronteras. Son patologías para las que las agencias de financiación mundiales suelen destinar pocos recursos y, por tanto, los progresos para mejorar su atención y caminar hacia su erradicación se estancan. En este sentido, la OMS trabaja desde 2012 en hojas de ruta con medidas para acelerar estos avances.
El sector privado, en colaboración con actores sociales, organizaciones sin ánimo de lucro y sector público llevan años trabajando para acabar con estas enfermedades y logrando objetivos. Colombia, Ecuador, México y Guatemala eliminaron la ceguera de los ríos en la segunda década de este siglo. Esta enfermedad es endémica en África y en 13 focos de seis países de América. Pero, actualmente, en 11 de estos 13 focos ya se ha interrumpido la transmisión de la enfermedad o se ha eliminado. ¿Cómo se han logrado estos hitos?
En 2022 se cumplen 35 años desde que MSD arrancara el Programa de Donación de Mectizan (MDP) en los países afectados por la ceguera de los ríos
En 2022 se cumplen 35 años desde que viera la luz el Programa de Donación de Mectizan (MDP). Este fármaco, nombre comercial de ivermectina, trata la oncocercosis o ceguera de los ríos. Se trata del programa de donación de medicamentos más longevo del mundo, que arrancó la compañía MSD en 1987.
Casi una década antes, el Dr. William Campbell, investigador de MSD, sugirió que se podría usar la ivermectina contra la ceguera de los ríos. El investigador desarrolló este fármaco, que le valió el Premio Nobel de Medicina en 2015. La oncocercosis está causada por un tipo de gusano, el nematodo filaria, que transmite la mosca negra, cuyas larvas se reproducen en zonas de ríos de corriente rápida. La enfermedad provoca nódulos subcutáneos, dermatitis, prurito, adenopatía, atrofia y lesiones oculares que pueden acabar en ceguera.
Tras los buenos resultados del programa con ivermectina para la oncocercosis se amplió la donación del fármaco para tratar la elefantiasis
En 1981 comenzaron los primeros ensayos clínicos en Dakar (Senegal) que demostraron la eficacia del fármaco contra la oncocercosis. Para conseguir que el programa realmente tuviera éxito, MSD se alió con otras organizaciones que pudieran extender el programa y llevarlo a las comunidades remotas afectadas por la enfermedad. Así, el Programa de Donación de Mectizan coordina las actividades entre MSD, The Task Force for Global Health (organización estadounidense), la OMS, los propios países donde la enfermedad es endémica y organizaciones públicas y privadas.
A finales de los noventa, MSD decidió ampliar el programa a otra enfermedad tropical desatendida: la filariasis linfática o elefantiasis. Una patología también parasitaria que afecta al sistema linfático, produciendo hipertrofia de algunas partes del cuerpo. Según datos de la OMS hay más de 860 millones de personas en 47 países en riesgo de contraer elefantiasis.
Colombia, Ecuador, México y Guatemala eliminaron la ceguera de los ríos en la segunda década de este siglo
Es necesario tratamiento quimioprofiláctico para frenar la propagación de la infección. El objetivo de MSD hasta 2025 es llegar cada año a 100 millones de personas más. El fin último es estar más cerca de alcanzar la eliminación de la filariasis linfática. En 2019, la OMS verificó la eliminación de la elefantiasis en Togo y, al mismo tiempo dejó de ser un problema de salud pública en Yemen; posteriormente, en 2020, lo consiguió Malawi.
Esta forma de abordar una enfermedad tropical desatendida, con un enfoque que incluye a toda la comunidad para asegurar la distribución de Mectizan ha influido en la puesta en marcha de otros programas de donación de medicamentos. Desde su inicio y hasta el día de hoy, el programa impacta en más de 300 millones de personas cada año y se han donado más de 4.400 millones de tratamientos en 49 países.
Yao Sodahlon: “Este programa pionero ha cambiado la cara de la salud mundial en las últimas tres décadas”
“Al involucrar a la comunidad, la cobertura del tratamiento aumentó significativamente”, ha declarado la Dra. Uche Amazigo, exdirectora del Programa Africano para el Control de la Oncocercosis. Para el director del Programa de Donación de Mectizan, Yao Sodahlon, “este programa pionero ha cambiado la cara de la salud mundial en las últimas tres décadas”.
Aún queda camino por recorrer hasta acabar con la ceguera de los ríos. La enfermedad sigue siendo un riesgo para más de 220 millones de personas en más de 30 países. Principalmente son países de África. Pero también está Yemen y una región concreta del río Amazonas, entre Brasil y Venezuela, donde vive población Yanomami. Según datos de la OMS, es “la única área con transmisión activa de la infección. El reto es eliminarla”. En esta región cerca de 28.000 personas reciben tratamiento periódico con Mectizan.