Victoria Guillén
Los profesionales sanitarios deben estar preparados para afrontar situaciones difíciles. Para ello, es fundamental mejorar la comunicación médico-paciente a través de un nuevo modelo de humanización. Esta ha sido una de las principales conclusiones de la III Jornada de Bioética organizada por el Comité de Bioética Asistencial de Amavir. Bajo el título Cuidamos la vida, cuidamos los valores. Una visión ética de la atención sociosanitaria, diferentes expertos en la materia han analizado la calidad de los cuidados a personas mayores o en situaciones de dependencia. Asimismo, se han abordado temas relacionados con cuestiones éticas y morales en la atención sanitaria con el fin de mejorar la calidad asistencial.
Aprender a hablar de forma más óptima con las personas ayuda a mejorar la atención asistencial
Montserrat Esquerda, directora general del Instituto Borja de Bioética de la Universidad Ramon Llull, ha explicado que, para hacer una buena atención ética, es necesario tiempo. “Escuchar, entender, acompañar, comunicar, promover y cuidarnos para cuidar, son elementos fundamentales“, ha señalado. En definitiva, se trata de escuchar al paciente desde las palabras, gestos, silencios, miedos y sin juzgar, “ya que solo se pueden dar las mejores opciones si conocemos a los pacientes, sabiendo sus inquietudes y motivaciones”.
De hecho, aprender a hablar de forma más óptima con las personas permite mejorar la atención asistencial y, por tanto la calidad de los cuidados. Este nuevo modelo requiere de conocimientos, aptitudes, habilidades, recursos por parte de los profesionales y las personas implicadas en la atención.
En este sentido, la planificación de decisiones anticipadas, se convierte en un reto para la ética en la relación asistencial. Según Esquerdo, en el ámbito de la salud existe un apetito insaciable de hacer cosas, priorizando las necesidades biológicas. Sin embargo, “debemos cambiar la mirada y saber cuándo parar porque hacer demasiado hace daño”, ha apuntado.
Según Esquerda, las relaciones sobre el duelo y la muerte deben convertirse en frecuentes
“Las conversaciones sobre el duelo y la muerte deben convertirse en frecuentes. No podemos dejar estas conversaciones solo para el ámbito de los cuidados paliativos. Debemos establecer un modelo de voluntades anticipadas ágil, fluido y cambiante. Lo importante es tener la puerta abierta para poder transitarla en los dos sentidos”, ha declarado.
Por su parte, Diego Gracia Guillén, médico, escritor y filósofo español, ha abordado la importancia de la ética en la calidad asistencial. “La calidad no está relacionada solo con los hechos, sino que también con los valores. Un mundo que no conocemos y en el que somos unos auténticos analfabetos”. Según Gracia Guillén, estos principios son fundamentales en la vida humana y el éxito depende, en gran medida, de cómo se gestionan.
En este sentido, ha explicado que el problema surge cuando entran en conflicto varios valores. “La mente humana tiende a reducir los cursos de acción. Por ello, es necesario educar en valores, aprender a deliberar como procedimiento para gestionar adecuadamente y aumentar la calidad de nuestras decisiones. En definitiva, encontrar un método para tomar decisiones prudentes en situaciones de incertidumbre”, ha declarado.