Luis de Haro. Director general de iSanidad
2023 tendrá la peculiaridad de tener elecciones autonómicas y generales. En plena crisis económica, social y política no se esperan propuestas que mejoren una sanidad que ya está en las raspas. Va a ser unos contra otros, unos solo van a tratar de destruir lo que han construido los otros. Ambas contiendas serán de despiece y muy poco alentadoras. PSOE, PP, Vox o Unidas Podemos van a buscar la mota de polvo en el ojo ajeno, sin ver la viga propia.
Los problemas intrínsecos del sistema van a quedar ahogados por las descalificaciones. No parece que vaya a verse un debate sobre cómo solucionar el problema del acceso a los medicamentos innovadores. El Ministerio echará la culpa a las consejerías, y las consejerías al Ministerio, ninguno entonará el mea culpa. Se hablará de la necesidad de equidad, pero nadie se centrará el discurso en igualar por arriba. La falta de financiación será culpa del Ministerio o de las consejerías, según se apoye al partido del gobierno o al de la oposición. La falta de profesionales por falta de proyecto será culpa del gobierno anterior o de este según el color de quien lo pregunte. Sea lo que sea, quien acabe gobernando después del año 2023 se encontrará una sanidad en las raspas, es decir en la UCI, moribunda.
En plena crisis económica, social y política no se esperan propuestas que mejoren una sanidad que ya está en las raspas
Sin embargo, el problema es que hay demasiado que construir como para hacerlo solos, todos tienen que trabajar juntos. Y eso es lo peor porque no encontramos dónde pueden hacerlo los principales partidos. No lo hicieron en la época más dura del Covid donde las medias verdades y las mentiras eran protagonistas. Las fases, las mascarillas, las subvenciones… todo eran trampas. Ahora que estamos saliendo, nada está cambiando.
Hasta que no se afronte un profundo cambio del sistema porque se ahoga la atención primaria, porque no hay enfermeras o porque las listas de espera son indignas, no tendremos una sanidad del siglo XXI. Por muy buena que sea la formación y enorme la vocación de médicos, enfermeras, farmacéuticos y odontólogos. Sin voluntad política no es posible, y no la hay
Hay demasiado que construir como para hacerlo solos, todos tienen que trabajar juntos
Es más fácil llegar con un discurso criticando a la oposición que preparar una reestructuración. Eso sí lo están hacen muy bien. Preparémonos para ver vídeos escandalosos, pero no hace falta que nos preparemos para ver soluciones a los problemas que tenemos. Eso no llegará. El que llegue heredará una sanidad en raspas.
