Redacción
Con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil, celebrado el 15 de febrero, la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram) ha destacado que la resonancia magnética (RM) intraoperatoria en neurocirugía pediátrica es una herramienta de gran ayuda para hacer una cirugía más segura y efectiva, porque permite aumentar el grado de resección macroscópica de los tumores, ayudando a mantener la integridad de algunas áreas críticas y en general la seguridad del paciente.
“En la cirugía hay tumores muy difíciles de diferenciar del tejido sano, y también hay estructuras anatómicas que deben preservarse. La RM intraoperatoria permite identificar ambas y ayudar a decidir si es seguro o no proseguir con la resección neuroquirúrgica». Así lo ha explicado el Dr. Jordi Muchart López, miembro de la Seram y coordinador del Departamento de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Universitario San Juan de Dios de Barcelona.
La Seram ha señalado que esta técnica, en general, es especialmente útil en aquellos pacientes donde se sospeche una resección difícil o que esté muy próxima a estructuras vitales como determinadas áreas del cerebelo o el tronco del encéfalo, aunque las indicaciones dependen de cada caso en concreto. En pediatría, la incidencia de tumores en relación con estas áreas es más alta que en adultos.
La resonancia magnética intraoperatoria permite aumentar el grado de resección quirúrgica del tumor con una mayor seguridad para el paciente
En la mayoría de pacientes intervenidos de un tumor cerebral, debe realizarse una RM de control antes de 48-72 horas. Esto en pediatría con frecuencia implica una nueva anestesia. Otra de las ventajas de la RM intraoperatoria es que puede realizarse al finalizar la cirugía con el equipo de RM intraoperatorio y evitar una nueva anestesia al paciente. Además, disponer de un equipo de RM dentro del bloque quirúrgico “facilita enormemente la realización y el desarrollo de nuevos procedimientos terapéuticos dentro de la propia sala del RM».
La realización de estos procedimientos de RM intraoperatoria depende de un gran esfuerzo y trabajo en equipo conjuntamente con neurocirugía, anestesiología, técnicos de diagnóstico por la imagen y personal del bloque quirúrgico. “En este tipo de estudios la valoración radiológica es muy compleja, ya que en función de la apariencia de la lesión en el estudio RM prequirúrgico, de cómo se haya operado o qué material se haya utilizado, puede ser muy difícil valorar si una imagen dudosa puede corresponder a restos de tumor o a cambios postquirúrgicos normales», han subrayado desde la Seram. Para su óptima valoración requiere de una valoración conjunta in situ por parte del radiólogo junto con el neurocirujano.
En pediatría la incidencia de tumores en el tronco y el cerebelo, áreas funcionalmente críticas, es más alta que en adultos
“El pronóstico y supervivencia de un paciente con un tumor cerebral depende de muchos factores, especialmente del tipo específico de tumor, estadiaje y de las opciones terapéuticas que existan. Pero, en algunos tipos tumorales en pediatría, el grado de resección quirúrgica es de los factores pronóstico más importantes». La RM intraoperatoria es una tecnología relativamente reciente, pero ya ha demostrado ser capaz de aumentar el grado de resección de algunos tumores.