Fomentar alianzas público-privadas, clave para afrontar los nuevos desafíos que plantea la investigación biomédica

Uno de los objetivos de este Perte es diseñar estructuras que aseguren la colaboración y coordinación entre el tejido científico público y el empresarial en toda la cadena de valor de productos innovadores

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Redacción
La necesidad de aumentar la colaboración público-privada entre centros de investigación biomédica, empresas y pymes fue uno de los principales temas que se abordaron durante la celebración del Foro Transfiere, el mayor encuentro de I+D+i del sur de Europa. En este sentido, la directora asociada de Investigación Clínica y Traslacional de Farmaindustria, Amelia Martín Uranga, apuntó que “hay que fomentar las alianzas científico-empresariales para lograr una verdadera transferencia y que las compañías puedan ejercer todo su efecto tractor”.

Durante la celebración de la jornada, fueron objeto de debate los planes que se encuadran el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) para la Salud de Vanguardia y su utilidad. Este proyecto tiene como objetivo fortalecer la protección de la salud mediante un sistema sanitario de altas prestaciones transformado digitalmente.

Para Martín Uranga, los datos de salud anonimizados servirán para mejorar la investigación biomédica y la medición de resultados en salud

Así, Martín Uranga expuso el potencial del plan en materia de digitalización, a través de los acuerdos con las comunidades autónomas. “Los fondos europeos pueden ser muy relevantes para la transformación digital y la creación del data lake sanitario”, dijo, en referencia al gran repositorio de datos de salud anonimizados que servirán para mejorar la investigación biomédica y la medición de resultados en salud.

Según explicó, la ambición de este proyecto necesita de “sistemas interoperables y armonizados que permitan ir avanzando en el ámbito de la medicina de precisión, manteniendo un equilibrio entre los criterios éticos y la regulación de la protección de datos personales”. Precisamente en este ámbito, Farmaindustria dio un importante paso el año pasado al impulsar el primer Código de Conducta sectorial aprobado por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).

El año pasado, España puso en marcha más de 900 ensayos clínicos, un 86% de ellos promovidos por la industria farmacéutica

Además, los convenios de colaboración entre el Instituto de Salud Carlos III y las comunidades autónomas, previstos en el Perte, son una oportunidad para impulsar la investigación clínica. “Con el nuevo Reglamento europeo de ensayos clínicos, es un momento idóneo para dotar a los centros investigadores y hospitales de infraestructuras, recursos técnicos y humanos, con el objetivo de que nuestro país siga manteniendo el liderazgo alcanzado estos años en ensayos clínicos”, incidió Martín Uranga. Como dato, recordó que España puso en marcha el año pasado más de 900 ensayos clínicos, un 86% de ellos promovidos por la industria farmacéutica.

También en el ámbito de la investigación preclínica y traslacional la portavoz de Farmaindustria planteó las posibilidades que ofrece el Perte, y destacó la buena oportunidad que se presenta con el Plan de transferencia y colaboración para acelerar la innovación, que anunció la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, el pasado 20 de diciembre. En este campo específico, Farmaindustria impulsa el programa Farma-Biotech, que pone en contacto a compañías farmacéuticas con centros de investigación y start-ups para favorecer precisamente la traslación del conocimiento en las primeras fases de la investigación.

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