Redacción
Sumando la obesidad y el sobrepeso, la prevalencia de esta problema de salud supera el 62%, sin embargo, su tratamiento de forma individualizada, precoz y transversal, claves del éxito del manejo de las personas con obesidad, según los expertos, se dificulta puesto que no está considerada como una enfermedad crónica. Es una de las consideraciones que se han puesto sobre la mensa en el tercer Annual Obesity Meetings (AOM), un encuentro que ha reunido a unos 500 sanitarios de diferentes especialidades, organizado por la compañía Novo Nordisk bajo el título Marcando el rumbo de la obesidad.
El tercer Annual Obesity Meettings (AOM) ha reunido a unos 500 sanitarios de diferentes especialidades que han actualizado sus conocimientos sobre la obesidad
El Dr. Javier Salvador, coordinador científico del encuentro y profesor emérito de la Universidad de Navarra afirma que la razón por la que la obesidad no se considera una enfermedad crónica es que, con frencuencia, tanto la sociedad como profesionales sanitarios, la atribuyen a la propia voluntad de la persona. Sin embargo, “es una consideración errónea, pues la obesidad es una enfermedad crónica, progresiva, recidivante y multifactorial independiente de la voluntad”.
De esta forma, “el no considerar la obesidad como enfermedad crónica tiene una repercusión grave sobre el acceso y soporte al tratamiento integral y particularmente al farmacológico o quirúrgico”, afirma el Dr. Salvador. Al devaluar las características personales del individuo y culpabilizarlo por una falta de voluntad se produce un estrés mental significativo que potencia la cronificación de la enfermedad.
Dr. Salvador: “No considerar la obesidad como enfermedad crónica tiene una repercusión grave sobre el acceso y soporte al tratamiento integral”
Esta situación es capaz de alterar el comportamiento alimentario y la adherencia al tratamiento. “Lo que es imposible es que una persona estigmatizada no sufra estrés, que es un factor importante en la generación y progreso de la obesidad”, lamenta el profesor. Este hecho se acentúa aún más cuando la obesidad se presenta en la etapa infantojuvenil. Como explica el doctor, “un niño con obesidad tiene más del 80% de probabilidades de convertirse en un adulto con obesidad y sufrir las complicaciones derivadas del exceso de masa grasa”.
El doctor incide en que hay más de 200 complicaciones descritas de la enfermedad. Pero en el entorno familiar o escolar se tiende a pensar que, al crecer, el niño adelgazará. Sin embargo, los datos ya muestran que esta no es la tendencia habitual y la estigmatización en esta etapa tiene consecuencias graves de marginación y de falta de interés en acudir a los profesionales sanitarios.
“Lo que es imposible es que una persona estigmatizada no sufra estrés, que es un factor importante en la generación y progreso de la obesidad”
“El desarrollo de la obesidad tiene causas genéticas, pero también el entorno obesogénico que nos rodea favorece el sedentarismo, la privación de sueño y la alteración de horarios de comida. Así que, el niño que se encuentra en esta situación necesita ayuda y no rechazo”, puntualiza este experto. Esta falta de conocimiento dificulta un tratamiento individualizado, por eso el doctor afirma que “el tratamiento precoz individualizado es una oportunidad de acción para poder tratar la enfermedad y reducir su prevalencia, tanto en la etapa infantojuvenil como en el adulto”.
En el congreso se puso de manifiesto que ya hay medicamentos que han demostrado su eficacia en la adolescencia y se esperan más innovaciones a corto-medio plazo. Al respecto, el doctor comenta que “la individualización a través de posibles biomarcadores para poder establecer la situación de riesgo o instrumentos para tratar de fenotipar las características de cada persona y definir el tratamiento más eficaz en cada individuo son avances que se buscan aplicar a la práctica clínica y trasmitir a la sociedad”.
Una de las novedades del congreso fue la celebración del primer foro de transversalidad en el manejo de la obesidad con médicos de distintas especialidades
Primer foro de transversalidad
Una de las novedades del congreso fue la celebración del primer foro de transversalidad en el manejo de la obesidad. Contó con profesionales de distintas especialidades médicas: endocrinología, medicina interna, atención primaria, cardiología, ginecología y rehabilitación funcional. Todos los expertos subrayaron la importancia del abordaje transversal de la obesidad, de forma que todos los profesionales sanitarios conozcan los efectos de la obesidad, su impacto en los pacientes y, como consecuencia, la importancia de actuar desde cada una de sus consultas.
Como coordinador científico del congreso, el doctor Salvador explica que “hay que buscar la forma de coordinarse entre todas las especialidades para derivar y conseguir una atención especializada para la persona con obesidad entre por la puerta que entre al sistema sanitario”. En esta línea insistió en que “la educación en obesidad es absolutamente imprescindible en toda la sociedad, lo que incluye a los profesionales sanitarios, un vínculo fundamental entre la ciencia y la población”.